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Siempre eché de menos un poco mas de detalle sobre la Batalla de Moscú. Siempre me intrigó porqué de repente, el mas poderoso ejército de Europa, a las puertas de la victoria, les dió por retordecer 200 kms y no volvieron nunca mas en esa dirección. 

El General  Belobodorov nos cuenta su experiencia en la defensa de Moscú. Me hubiera gustado tener algún texto mejor al respecto, pero es lo que hay. Lo cierto está tan lleno de arengas patrioticas como un libro de Tom Clancy o una película de Rambo, pero leyendo por debajo apàrecen algunas de las claves de la batalla de Moscú, aunque limitadas principalmente a operaciones relativas al 16º Ejército de Rokossovski (al que por cierto, habían sacado del Gulag para ponerle al mando del mismo)

He mantenido integro el texto, por lo que hay que tener en cuenta la época en que fue escrito. Posiblemente gran parte de la propaganda del partido comunista sea añadida "por imperativo legal" aunque hay descripciones de las operaciones interesantes.

El libro tiene dos partes, la defensa de Moscú y el posterior contraataque Soviético. Aquí he traducido la primera parte, dejándo la segunda para mas adelante.

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NOTA:

Posiblemente la Batalla de Moscú, aunque solo sea por las fuerzas implicadas y sus bajas sea la mas importante del teatro europeo en toda la SGM.

Según Krivosheev, en la defensa de Moscú, entre el 30 de septiembre y el 5 de diciembre  los rusos emplean tres frentes completos (Occidental, Reserva y Bryansk) y parte del Kalinin, sumando un total de 1.250.000 hombres con 7.600 cañones, 990 tanques y 667 aviones. Las pérdidas son atroces: 514.338 muertos, desaparecidos y prisioneros y 143.941 heridos y enfermos. El procentaje muertos/heridos muestra las condiciones en que se produjo la batalla.

En el consiguiente contraataque, lanzado por el Frente Occidental, Kalinin y diversas unidades del Frente Suroeste, 3er y 13er Ejército los soviéticos lanzan un contraataque con 1.021.700 hombres entre el 5 de diciembre y el 7 de enero. En esta ocasión las bajas son muchísmo mas reducidas, 139.586 muertos, desapareciidos y prisioneros (la tercera parte de la operación anterior) y 231.369 heridos y enfermos. 

Por la parte alemana y según Operación Barbarroja de Alvaro Lozano, los alemanes alinean para la Operación Tifón 1.929.406 hombres, 14.000 piezas de artillería, mas de 1.000 tanques y 1.390 aviones. Las bajas entre muertos, desaparecidos, prisioneros  y heridos ascienden a 376.000 pero añadiendo las bajas por enfermedad debidas al frío el total se eleva a 900.000 hombres.

 

 

Editorial Progreso. MOSCÚ

Traducido del ruso por David A. Myshne

Traducido al español por HR_Crash (http://www.halconesrojos.com)

Durante la Batalla de Moscú el autor de este libro, el General del Ejército Rojo Afanasy Beloborodov, por dos veces Héroe de la Unión Soviética estaba al mando de la 9ª División de Infantería de la Guardia. En el otoño y el invierno de 1941 la división, como parte del 16º Ejército combatió a muerte en la defensa de Moscú

Este libro relata aquellos agotadores e inolvidables días.

Primera impresión 1970

Impreso en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

Indice

Prólogo del autor

Moscú en Peligro
       En defensa de la capital
       La 78º división acude al frente.
       Primeras batallas
       En Istra
       El enemigo ha sido detenido

Paso a la ofensiva
       Los últimos preparativos
       Quince días inolvidables
       Vuelta a Istra
       La ofensiva continúa.
       La inmortalidad de los héroes.

Prólogo del autor.

Moscú estaba defendida por toda la nación soviética, su ejercito y el pueblo de Moscú en primer lugar. Las operaciones de las diferentes unidades en la Batalla de Moscú, sin paralelo hasta entonces en número de tropas y resultado, fueron solo pequeños episodios, pero la suma de todos ellos nos llevó a la victoria. En este libro se describe como se forjó esa victoria. El autor quiere mostrar el heroísmo de los combatientes soviéticos y su contribución a la gran batalla por Moscú describiendo tan solo las operaciones de combate de la 78º División de Infantería.

En el memorable verano de 1941 nuestra división estaba en la Frontera de Lejano Oriente. Nuestra misión estaba destinada a perfeccionar las capacidades bélicas bajo las condiciones de Lejano Oriente. Ninguno pensaba que pronto nos veríamos envueltos en un combate mortal contra el enemigo, en el corazón de Rusia, en las cercanías de Moscú. Muchos de nosotros tendríamos nuestro bautismo de fuego en los primeros meses de guerra, luchando contra los invasores nazis.

La 78º División de Infantería llegó al entorno de Moscú a finales de Octubre de 1941, en el momento mas duro, en el momento álgido de la lucha por la defensa de la capital de la Patria Soviética. Nuestros hombres tenían que enfrentar al enemigo tras apenas descender del tren, con frecuencia en unidades separadas, antes de tener la oportunidad de concentrarse. Esto era contrario a las mas elementales reglas del arte de la guerra, pero no podía solucionarse dada la gravedad de la situación.

Este libro trata de los heroicos hechos de soldados y oficiales. Inclino mi cabeza en muestra de respeto a su heroísmo e intentaré a contárselo a los lectores.


 

Moscú en peligro





En defensa de la capital

Los momentos iniciales de la Gran Guerra Patria contra los invasores nazis se caracterizaron por los reveses temporales del Ejército Rojo. Bajo la presión de fuerzas enemigas superiores las tropas soviéticas sufrieron grandes pérdidas y se tuvieron que retirar. Todos los esfuerzos de nuestro pueblo, liderados por el Partido Comunista se dirigían a contrarrestar las ventajas temporales del enemigo, reforzando el poder militar de la Unión Soviética y preparando el camino para que el Ejército Rojo asumiera la ofensiva.

A la llamada del partido, cientos de miles de ciudadanos soviéticos se alistaron en las Fuerzas Armadas. En las áreas del frente, la población local organizó batallones de destructores y formó divisiones del Cuerpo de Voluntarios del Pueblo. Las llamas de la guerra partisana ardieron en la retaguardia enemiga.

La intención declarada de Hitler era derrotar a la URSS antes del invierno, pero sus planes fueron claramente frustrados. Como resultado de los prodigiosos esfuerzos de organización del Partido Comunista, nuestro país pasó a ser en poco tiempo un único campo de batalla. Todo el país – el frente y la retaguardia, el ejército y el pueblo – reunido bajo el slogans del partido: “Todo para el Frente, todo por la Victoria” y “Muerte a los invasores Germanos”

En las operaciones defensivas de Julio-Septiembre de 1941 el Ejercito Rojo infligió considerables pérdidas a las tropas nazis en todas las direcciones estratégicas, limitó su potencial ofensivo y se reforzó con nuevas divisiones.

Para el otoño de 1941 el éxito enemigo en alcanzar las cercanías de Moscú fueron a costa de graves pérdidas en hombres y equipo. El mando nazi le dio suma importancia a la captura de Moscú. Sabia que mientras Moscú permanecía siendo el centro de inspiración y organización de la lucha del pueblo soviético, Alemania no podría obtener una decisiva victoria. el primer intento de alcanzar Moscú en el verano de 1941 falló.

Un monstruoso plan para destruir Moscú fue elaborado en una conferencia con el General Bock, comandante del Grupo de Ejercito Centro en la ciudad bielorrusa de Borisov donde Hitler llegó el 4 de agosto de 1941. Fabian von Schlabrendorf, ayudante de campo del jefe de operaciones del estado mayor de Bock recuerda una conversación entre Hitler y Bock. El escribió “Htiler discutió su plan para la captura de Moscú. Ni un solo soldado alemán debía entrar en la ciudad. Moscú debía ser rodeada y ningún soldado o civil debía poder escapar. Se tomarían medidas para inundar Moscú y sus alrededores. El territorio de Moscú se convertiría en un gran lago que ocultaría la capital de Rusia para siempre.

Mas tarde este plan fue reemplazado por otro que, en esencia, consistía en arrasar Moscú mediante miles de toneladas de proyectiles y bombas. A la vez, el plan rechazaba cualquier posible rendición de las tropas o la población.

Tras el fracaso del primer intento el mando nazi inició los preparativos de una nueva ofensiva contra Moscú con el nombre clave Tifón. Los alemanes concentraron en los alrededores de Moscú casi la mitad de sus fuerzas y material disponible en el frente de Este. 75 divisiones, incluyendo 14 divisiones Panzer y 8 divisiones motorizadas y casi 1.000 aviones tomarían parte en la acción.

Desde el comienzo de la guerra el Partido Comunista y el Gobierno Soviético miraban al oeste (Moscú) como el principal objetivo y empezaron a acumular tropas y material para la derrota de las tropas nazis cerca de Moscú. Para finales de septiembre los Frente Occidental, de Bryansk y el de Reserva contaban con el 40 % de todo el personal y artillería del Ejército Rojo, así como el 35 % de todos los tanques y aviación. Muchos nuevos regimientos de artillería, brigadas de tanques y compañías de lanzallamas que se estaban formando en la retaguardia fueron enviadas allí. Aún así, al comienzo de la ofensiva enemiga, nuestras tropas operando en sentido al Oeste eran inferiores al enemigo en número y armamento.

Pero había un aspecto en que las tropas soviéticas eran superiores a cualquier otro ejército en el mundo: iban a la batalla con tan gran amor a la Patria y tanto odio por el enemigo que no podían ser sobrepasados por ningún monstruo armado. Ellos estaban defendiendo Moscú, el corazón de Rusia, una ciudad que personificaba las esperanzas y las aspiraciones de la gente que luchaba por la libertad en todo el mundo. La moral de los soldados y los mandos era alta y reforzada por por toda la gente soviética. En las cartas hacia el frente el pueblo soviético expresaba su fe en la victoria en Moscú.

Los hombres fueron ayudados por cientos de miles de habitantes de Moscú y de su región que construyeron líneas defensivas. El país entero se levantó en defensa de la capital.

El 30 de Septiembre las fuerzas desplegadas para la Operación Tifón empezaron a moverse: El 2º Grupo Panzer (Mas tarde sería el 2º Ejército Panzer de Guderian) y el 2º Ejército asumieron la ofensiva contra el frente de Bryansk, dos días mas tarde, el 2 de Octubre, las fuerzas del Grupo de Ejércitos Centro (9º y 4º ejércitos y 3º y 4º Grupos Panzer) golpearon contra las tropas del Frente Occidental y de Reserva en la dirección centro. La intención del enemigo era cercar a las tropas en el área de Vyazma por sus fuerzas de choque y luego atacar Moscú con el resto.

Con la proximidad del frente a Moscú los aviones enemigos se hicieron mas activos y durante Octubre hicieron mas de 2.000 salidas.

Tomando ventaja con su superioridad numérica, especialmente en blindados (había 2000 tanques enemigos contra 824 soviéticos) las tropas nazis avanzaron.

Hitler prometió a las tropas que era la batalla final y decisiva. De la misma forma ,Goebbles proclamó a todo el mundo que en el segundo día de ofensiva el Ejército Rojo seria derrotado y nunca mas se recuperaría, mientras que el 9 de Octubre, el feje de prensa Doctor Otto Dietrich anunciaba en la radio que el final de la guerra estaba próximo.

Sin embargo, se precipitaron. Ciertamente, Moscú estaba en peligro, y eso fue lo que el Partido Comunista dijo a la gente. La gente respondió a la llamada del Partido y preparó la resistencia. Aquellos fueron días duros. Grandes masas enemigas de blindados, aviones, infantería y artillería penetraron en la dirección de ataque principal en las defensas soviéticas. Las tropas de los frentes Occidental y de Bryansk que operaban en el área de Vyazma tuvieron que pelear en duras batallas de cerco.

A pesar de las tremendas bajas- algunos días en los sectores del Frente Occidental los alemanes sufrían entre 10.000 y 13.000 bajas, entre muertos y heridos- el enemigo capturó Orel el 8 de Octubre, Bryans el 12 y Vyazma el 13.

Los Alemanes estaban cerca de Mozhaisk. El 14 de octubre tropas motorizadas alemanas capturaban Kalinin.

El 19 de Octubre en Moscu se declaró el estado de sitio. Las tropas del Frente Occidental, que el 10 de Octubre fueron puestas bajo las órdenes del General Gregori Zhukov recibieron el encargo de defender Moscú.

Moscú se convirtió en la línea del frente y el arsenal del Frente del Oeste. Durante esos días de peligro se mostraron los esfuerzos del pueblo soviético contra los invasores nazis. Todas las industrias trabajaron 24 horas al día. Cada ciudadano soviético sabía que defender Moscú era la victoria.

En el frente había muchos huecos sin protección . Los refuerzos eran esenciales. En el curso de cinco días 25 ser formaron 25 compañías y batallones bajo la supervisión del Comité Ciudadano de Moscú del Partido Comunista para el 16 de Octubre, con la ayuda de los obreros industriales de Moscú estas unidades fueron equipadas con armas ligeras y otro material.

Los batallones de trabajadores incluían muchos Moscovitas que habían servido en el Ejército, conocedores del oficio de la guerra y que jugaron un papel importante en formar y entrenar a estas unidades. Por ejemplo, sobre el 60% del personal del batallón combinado de los distritos Oktyabrsky y Tagansky fueron anteriormente militares con experiencia de combate.

Algunos de estos batallones formaron defensas en las inmediaciones de Moscú, otros se enfrentaron al enemigo por donde penetraba. Así, el Batallón del Distrito Kievsky fue enviado a Volokolamsk donde combatió con valor junto a unidades regulares del 16º Ejército. Mas tarde, los batallones de trabajadores se unieron en divisiones que reforzaron al Ejército Soviético.

Todas las fuerzas disponibles se enviaron a la defensa de Moscú. Representantes de todas las nacionalidades soviéticas tomaron parte en esta gran batalla movidos por el patriótico sentimiento de salvar la capital.

Compañías de estudiantes de las academias militares, regimientos de reservistas y trabajadores se pusieron en acción. Los trenes traían tropas a Moscú desde Siberia y el Lejano Oriente.

Todas estas medidas contribuyeron a mejorar la resistencia contra el enemigo.

Octubre estaba cercano a su fin pero Moscú seguía sin ser conquistada. Sin embargo Hitler esperaba una nueva “ofensiva general”

Como villa tras villa y casa tras casa en las proximidades de Moscú estaba en humo y llamas, el mando nazi continuamente redesplegaba sus fuerzas y traía nuevas reservas desde Alemania y la Europa Ocupada para preparar lo que esperaban fuera el golpe final: un amplio movimiento envolvente alrededor de Moscú y derrotar a las tropas del Frente Occidental con poderosos grupos avanzando desde el Norte y el Sur desde el área de Volokolamsk y el Sur de Tula. Para alcanzar esto los nazis concentraron cerca de Moscú 51 divisiones (13 acorazadas, 31 de infantería y 7 motorizadas) en el aire eran ayudados por la 2ª Fuerza Aérea. Las tropas alemanas ocuparon ventajosas posiciones de asalto con las fuerzas de choque acorazadas en los flancos.

Como resultado del despliegue y los refuerzos el mando nazi tenía una considerable superioridad en blindados y artillería. Por ejemplo, en dirección a Volokolamsk-Klin nuestro 30º Ejército con sus 20 tanques y 210 cañones y morteros tenía enfrente casi 300 tanques enemigos y 910 cañones y morteros. Por simple aritmética, el enemigo les superaba claramente en blindados y tenía un 4:1 en artillería.

En la dirección Istra-Solnechnogorsk el enemigo concentró contra los 150 tanques y 767 cañones y morteros de nuestro 16º Ejército 400 tanques y 1.030 cañones y morteros. En dirección a Tula-Kashira los nazis tenía 400 tanques y 810 cañones y morteros.

Nuestras tropas del Frente Occidental con tremenda desventaja y prodigiosos esfuerzos tenía que rechazar al enemigo y darle un cambio a la situación.

Para la ofensiva de Noviembre el mando nazi formó dos grupos. Uno de ellos, consistente en el 3er y 4º Grupo Panzer bajo los generales Goth an Hüpner y parte del 9º Ejército (siete divisiones acorazadas, tres motorizadas y tres de infantería) se desplegó en el área de Volokolamsk y al norte, hasta la Presa de Moscú. Tenia la tarea de lanzar el principal ataque contra Moscú desde el Noroeste a la vez que rodeaba con parte de sus fuerzas Dmitrov y Zagorsk. La tarea del otro grupo, el 2º Ejército Panzer de Guderian (cuatro divisiones panzer, tres motorizadas y cinco divisiones de infantería, una brigada de infantería y un regimiento motorizado) era romper hacia el área de Tula a Kashira y Serpukhov y, dirigiendo parte de sus fuerzas a Kolomna, enlazar con el 3º y 4º Grupos Panzer y completar el cerco de Moscú al este de la ciudad.

El 4º ejército Alemán (18 divisiones de infantería, dos panzer, una motorizadas y una división de seguridad) tenía que lanzar un poderoso ataque de flanqueo desde el área de Ruza y noreste de Maloyaroslavets en dirección a Odintsovo, cercar y limpiar a los ejército del Frente Occidental que aguantaban las defensas al oeste de Moscú.

Los flancos del Grupo de Ejércitos Centro se encargaría de la ofensiva contra Moscú: el 9º Ejército (13 divisiones de infantería y una brigada de caballería) por la línea de Selizharovo-Kalinin y el 2º Ejército (seis divisiones de infantería, una Panzer, una motorizadas y una división de seguridad) atacando en dirección de Yelets y luego al este, alcanzando el Río Don.

En esos duros días la línea del frente al Oeste de Moscú pasaba por Ostashkov, Selizharovo, Kalinin, Novo-Petrovskoye, Naro-Fominsk, Este de Serpukhov, Tula y su parte Sur.

La capital vivía la vida de una ciudad asediada. Frecuente alertas aérea y noches sin dormir agotaban a la ya extenuada gente. La comida fue racionada y el combustible escaseaba. Diecisiete distritos de la Región de Moscú estaban ocupados completamente por el enemigo y tres en parte.

En estas circunstancias los moscovitas celebraron el 24º aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. En la víspera del 7 de Noviembre del 41 las tropas nazis estaban a 70-80 kms de Moscú. Ojeo los periódicos, descoloridos, mudos testigos de aquellos días. No hay confusión en ellos, pero minimizan las noticias. No, no hay pánico en nuestras filas. En vano Hitler espera pasar revista a las tropas en la Plaza Roja el 7 de noviembre. Las tropas del Ejército Rojo firmemente desfilan por la plaza. Las caras de los combatientes que desfilan ante el mausoleo de Lenin muestran una voluntad inflexible. Juran ante Lenin que resistirán y ganarán, sea cual sea la dureza de la prueba. Las tropas que toman parte del desfile irán directamente al frente desde la Plaza Roja. Todo el país lee en el periódico la noticia del desfile con gran emoción. Los moscovitas que habían sido evacuados de la ciudad se conmueven con esa noticia. Antes de la guerra Moscú tenía 4,5 millones de habitantes. En Noviembre de 1941 solo hay 2,5 millones. Cerca del 45 % de la población ha sido evacuada o ha ido al frente.

El número de Comunistas y Konsomoles se ha reducido considerablemente porque la mayoría ha ido al frente. A pesar de todo, la organización del Partido en Moscú ha hecho un gran trabajo movilizando las fuerzas y recursos para la lucha contra el enemigo que se dirige a conquistar Moscú y mantiene el orden en la ciudad. Bajo su liderazgo las industrias de la ciudad se lanzan a producir para el esfuerzo de guerra especialmente en la producción de armas y municiones.

En Noviembre las fábricas de Moscú suministran al Frente Occidental los primero centenares de subfusiles. En Octubre y Noviembre los talleres de la ciudad reparan 2,.250 vehículos de motor y 45 tanques mas de los planeados y aún hacen mas en Diciembre.

El 97 % de las armas y municiones del ejército se produjeron en industrias locales.

Para asegurar el tráfico ferroviario los trabajadores del ferrocarril construyeron trenes blindados. Asi, los trabajadores de la estación Podmoskovnaya construyeron un tren blindado bautizado como Commissar Lestev en memoria de D.A. Lestev, jefe del departamento político del Frente Occidental que había muerto en la lucha, cerca de Moscú.

Los moscovitas respondieron entusiasmados a la petición del Partido de unirse al Cuerpo de Voluntarios del Pueblo; en Noviembre de 1941 los destacamentos formados principalmente por obreros industriales tenían 160.000 hombres.

El Cuerpo de Voluntarios del Pueblo reunía hombres y mujeres de todos los oficios y edades. Comunistas y gente no afiliada al partido se unieron en un único sagrado fin: la lucha por la libertad de la patria.

Casi 1000 obreros industriales y de oficinas se unieron al Cuerpo de Voluntarios del Pueblo en la Fábrica de Bombillasde Moscú. Gribakin, un empleado de 55 años solicitó alistarse al comité del Partido. Cuando se le preguntó si no sería demasiado duro para él, Gribakin contestó:

¿y qué? ¿Acaso no puedo alistarme? Yo siempre he estado con el pueblo y no puedo abandonarlo ahora. Los mayores todavía podemos hacer algo por el país.

Todos los trabajadores de la familia Kukushkin: el padre (Comunista) y dos hijos (el tercero ya estaba en el Ejército) se unieron al Cuerpo de Voluntarios del Pueblo.

“Iremos también” dijo el viejo trabajador “Toda la familia irá, toda la factoría, todo el país”

Iván Grichenko, un trabajador de la Primera Empresa Nacional de Rodamientos y veterano de la Guerra Civil se dirigió en un escrito al comité del Partido. Era breve pero se le veía la fe en la victoria “Por favor, alisteme en el Cuerpo de Voluntarios de Pueblo” escribió “No volverá sin la victoria”

Los habitantes de ciudades cerca de Moscú actuaron de forma similar. Un coraje excepcional se mostró por aquellos que tomaron parte en la heroica defensa de Tula. Durante el periodo de lucha, la cuidad de metalúrgicos mostró gran fortaleza y ganas de victoria. La defensa de Tula finalizó en Octubre y jugó un importante papel en la estabilización del flanco izquierdo del Frente Occidental.

Al principio de la Ofensiva alemana de noviembre en Moscú las tropas del Frente Occidental mantuvieron la siguiente línea defensiva: el 30º Ejército (hasta el 17 de Noviembre del 41 estaba en el Frente de Kalinin) y el 16º Ejército en la linea Poddubye-Presa del Volga-Novo-Petrovskoye

En el flanco derecho, el 5º, 33º y 43º Ejércitos desde Novo-Petrovskoye hasta el Norte de Serpukhov en el sector central, el 49º y el 50º desde Serpukhov por Alexin a Dedilov, y sur de Tula, en el flanco izquierdo.

Las reservas del GCC (Gran Cuartel General) eran: 1º Ejército de Choque en las áreas de Dmtrov y Zagorsk, el 20º Ejército en el área de Khimki y el 10º Ejército en el sur de Ryazan.


 

La 78º División va al frente.

La 78º División de Infantería, que yo mandaba por aquella época, había estado en el Lejano Oriente hasta la mitad de octubre del 41. El 14 de octubre fue puesta en alerta y trasladada desde el campo de entrenamiento. En la estación, una representación del Cuartel General 35º Ejército nos hizo llegar la orden del GCC que nos trasladaba al frente. El 17 de octubre llegamos a nuestro destino.

El personal de la división tenía un buen entrenamiento realizado. Ejercicios tácticos de día y de noche, en frío y en calor, acostumbrando a los mandos y tropa a las dificultades, aumentando su fuerza y resistencia. Los ejercicios realizados antes de enviar las tropas al combate tenían buen aspecto; el trabajo de la artillería estaba bien coordinado, el cuartel general estaba a la altura y el personal tenía suficiente preparación con las armas.

El jefe del 35º Ejército, Mayor-General V.A. Zaitsev, director de los ejercicios, expresó su completa satisfacción con la preparación para el combate de la división e hizo especial énfasis en el papel positivo desempeñado por el mando. El Jefe de Estado Mayor Coronel I.F.Fedyunkin era un hombre con amplia experiencia. A la cabeza del CG (Cuartel General) estaba el Teniente Coronel A.I. Vitevsky. La artillería divisional estaba al mando del Comandante N.D.Pogorelov. El departamento político estaba liderado por el Comisario de Batallón M.M.Vavilov. Todos ellos gente muy preparada y competente.

No había dudas de que la división estaba bien preparada y organizada, pero carecía de experiencia en combate, por lo que decidimos en el viaje estudiar la experiencia de nuestras tropas en el combate contra los tanques y aviones enemigos. Cada uno, desde los oficiales del alto mando de la división hasta el último soldado fue instruido con toda la experiencia disponible obtenida de los fieros combates.

La división consistía en el 40º, 131º y 258º regimientos de infantería, el 159 regimiento de artillería ligera, el 200º regimiento de howitzers y un número de unidades especiales. La fuerza total era de 14.000 hombres entre oficiales y tropa, con 23 tanques ligeros, tres cañones de 45 mm, treinta y cinco cañones de 76 mm formando parte de la artillería regimental y divisional, dieciocho howitzers de 122 mm, cuatro howitzer de 155, cincuenta y nueve de 50 mm y morteros, seis cañones AA de 37 mm, 441 vehículos de motor, 3.400 caballos (fuentes del Ministerio Soviético de la Defensa)

El trabajo político se llevaba acabo en cada tren con tropas. Los comunistas y miembros del Komsomol fueron reasignados entre las diferentes unidades de forma que hubiera alguno en cada unidad. Como resultado, cuando la división entró en acción, sus unidades tenían 15 organizaciones del partido con 870 miembros y candidatos. La división tenía 210 organizaciones del Komsomol, sumando 5.082 miembros.

En la madrugada del 28 de octubre llegamos a la estación destino. A medida que nos acercábamos al frente veíamos mas trenes con tropas y equipamiento. No era complicado imaginar que otras unidades estaban siendo enviadas a los alrededores de Moscú.

Para el 31 de octubre toda la división fue concentrada en los bosques al oeste y sudoeste de la ciudad de Istra a lo largo del ferrocarril y la carretera de Volokolamsk. El CG de la división se situó en la villa de Leonovo.

Al día siguiente recibimos la orden a través del CG del 16º Ejército del Frente Occidental de reemplazar a la 27º Brigada de Tanques con un regimiento y resistir en el sector Sloboda-Gorodishche-Barynino, mientras que dos regimientos ocupaban la línea Kholshchevniki StationKostrovo.

El 3 de Noviembre el comisario de la división, M. V. Bronnikov y yo fuimos convocados en el CG del 16º Ejército en NovoPetrovskoye. De repente, una explosión sacudió la tierra, frente a nuestros vehículos. La aviación enemiga atacaba la carretera.

Un gran cráter bloqueaba el camino- Nos desviamos y fuimos por una carretera secundaria, mientras los trabajadores de la carretera, esos infatigables trabajadores de la guerra, aparecieron en la carretera y rápidamente rellenaron el cráter y eliminaron los efectos del ataque enemigo.

Nuestro vehículo estuvo bajo el fuego alemán varias veces, pero nuestro conductor ya tenía experiencia en el frente y la usó correctamente. Cuando un avión aparecía frente a nosotros aceleraba en su dirección y de repente, frenaba. El avión pasaba ante nosotros disparando sus armas. El conductor era muy habilidoso esquivando a los aviones que nos perseguían.

En el CG nos dijeron que nuestra división había sido asignada al 16º Ejército que tenía una amplia experiencia en el combate contra fuerzas acorazadas. El Ejército había recibido el bautismo de fuego en la lucha cerca de Smolensk en verano de 1941y, mas tarde en las intensas batallas con fuerzas enemigas acorazadas y motorizadas en la dirección de Volokolamsk.

También aprendimos la posición de los CG próximos y nos preparamos para comunicarnos con ellos. Pronto fuimos recibidos por el Teniente General Konstantin Rokossovsky, el comandante del 16º Ejército y por el Comisario Divisional Alexei Lobachov, Miembro de la Asamblea Militar. Informamos del estado de la división y expresamos nuestra confianza en que los hombres estaban listos para el combate. Rokossovsky quería saber todos los detalles respecto al personal, equipo y disposición para el combate de la división para el inminente y duro combate. Entonces él nos informó de la situación en el frente, nos contó las técnicas de combate enemigas y nos asignó la zona de combate. Aún recuerdo parte de nuestra conversación.

El comandante del Ejército dijo: “Durante los combates de octubre nuestro ejército ha infringido graves pérdidas en hombres, material, artillería y otro equipamiento al enemigo, pero los nazis continuamente traen nuevas tropas, en especial tanques y artillería para una nueva ofensiva. El mando alemán está ahora concentrando una gran cantidad de fuerzas acorazadas en los flancos de nuestro ejército para un nuevo y poderoso ataque. El 4 de noviembre el flanco izquierdo del 16º Ejército deberá resistir la ofensiva. Nuestra metra es la derrota del enemigo en el área de Skirmanovo, reforzando nuestras posiciones y avanzando a través de la línea defensa de la 18º División de Infantería en el río Gryada. Uno de nuestros regimientos de infantería lanzará un ataque en el sector Sloboda-Ilyinskoye y capturará Mikhailovskoye-Staroye mientras dos de vuestros regimientos se atrincherarán en la linea Kholshchevniki Station-Kostrovo

Rokossovsky nos dijo que en la lucha con el 16º Ejército el enemigo usa una táctica diferente, intentando repetidamente rodear al Ejército y cortar sus comunicaciones, intentando infiltrarse en los huecos entre unidades y enviando grupos armados con ametralladoras y tanques a la retaguardia.

La experiencia en la lucha del ejercito cerca de Smolensk, en el Río Ruza y cerca de Volokolamsk nos dio bases suficiente de cómo contrarrestar las tácticas enemigas. Solo era necesario coordinar cuidadosamente las acciones de la infantería con los tanques, la artillería y la aviación, dándole particular atención al reconocimiento y cobertura a los huecos entre divisiones, regimientos y batallones vecinos.

“Si practicas continuamente el reconocimiento activo” continuo el Comandante del Ejército “y tiene suficiente cobertura de fuerza y recursos en casa hueco harás fallar la táctica favorita del enemigo. Ya que el enemigo disfruta de una gran superioridad en blindados, la mejor cosas es desplegar tus tanques en profundidad en las líneas de infantería y usa su potencia de fuego para emboscar al enemigo”

“El equipamiento de áreas antitanque y la protección contra carros de las formaciones debe constituir el factor principal en cualquier situación. El equipamiento anti-tanque debe ser orientado contra las amenazas acorazadas y desplegado en profundidad en el sector de defensa de la división”

Rokossovsky hablaba sin prisa y se aseguraba de que sus oyentes comprendieran bien de que estaba hablando. Quedé fuertemente impresionado. Calma y encanto, no solo se puso al tanto de la situación en nuestra conversación sino que también tuvo éxito en transmitir su fe en las tropas. Lejos de las cuestiones sobre la eficacia de nuestra división, como de otras unidades del Lejano Oriente, nos transmitió que pronto el país entero conocería sus hazañas.

Era muy agradable oírle, pero debo confesar que estaba ansioso por entrar en combate. La división tenía que luchar con un duro y experimentado enemigo y todavía esperaba entrar en acción por primera vez. Tuvimos nuestros primeros reveses- e inevitablemente afectaron a nuestra gente. Medité sobre el contacto inminente camino del frente. Me preguntaba como hacer el mejor uso de mis fuerzas y equipo, qué regimiento debería enviar a atacar y cómo organizar la defensa mas efectiva contra los tanques y la aviación, el trabajo del GC y las comunicaciones para asegurar un control continuo.

Ese año el invierno llegó pronto. Nubes bajas y grises cayeron sobre los campos y bosques. Un viento cortante soplaba en las carreteras haciendo que los soldados se arroparan en sus capotes mientras que los conductores debían evitar que los radiadores se congelaran.

En previsión de las batallas que se avecinaban los soldados y oficiales de la división fueron bien informados de la situación cerca de Moscú, especialmente en su sector del frente por las organizaciones políticas. Las informaciones publicadas en los diarios nacionales no decían nada del frente y la prensa militar traía noticias al personal.

La carta de los defensores de la península Hanko a los heroicos defensores de Moscú estaba en boca de todos esos días. La carta admiraba el coraje y decisión del Ejército Rojo que furiosamente combatía a los nazis que se aproximaban a la capital y expresaba su confianza en que las hordas nazis chocaran con los muros de Moscú “Vuestra lucha templa nuestro espíritu y nos hace defender Hanko con mas ansia” escribieron los defensores de la península.

Los soldados discutían vehementemente la noticia del periódico sobre la brutal ejecución de Alexander Chekalin, miembro de 16 años del Komsomol y partisano en la región de Tula, en el pueblo de Peskovatskoye cerca de la estación de Likhvin (hoy Chekalin)

Nuestros hombres se enorgullecían de los informes que llegaba de todas parte de la ayuda al frente que publicaba la prensa. Pravda informó de que los trabajadores de Moscú donaron a la defensa del país 86 millones de rublos, 1.410 gramos de platino, 7.719 gramos de oro, casi 373 kilos de plata y monedas de oro por valor de mas de 5.000 rublos-oro.

El continuado y útil trabajo del partido potenció la moral de las tropas e insufló sagrado odio contra el enemigo en sus corazones.


 

Primera batallas

Tuvimos poco tiempo para prepararnos para las batallas que tendríamos que librar para nuestra misión. Al volver al CG de la división, el comisario y yo convocamos al jefe del EM (Estado Mayor) al oficial político, al jefe de artillería y a los diferentes comandites de la división para transmitirles las instrucciones que habíamos recibido del mando. Hicimos énfasis de manera particular en la necesidad de cambiar la habitual línea de defensa antitanque en una concentración de equipo antitanque en las direcciones en las que se esperaba la amenaza y se intentó llevar estas instrucciones a todos los comandantes, en especial a los artilleros.

Ordenamos al 258º Regimiento de Infantería atacar el área de Mikhailovskoye mientras los otros dos regimientos debía cubrir la dirección de Istra, al oeste y al sudoeste, estos dos regimientos recibieron la orden de defender a lo largo de la línea Kholshchevniki Station-Frolovskoye. La organización de la defensa fue asignada al jefe del EM y al jefe político, mientras el comisario, el jefe de la artillería y yo atendíamos a los preparativos del ataque.

Tras despachar las ordenes y asegurarnos de que habían llegado a las unidades, el comisario y yo fuimos en la madrugada a las posiciones del 258º regimiento de infantería. Comprobamos en detalle la organización y la cooperación entre la infantería y la artillería tanto con el regimiento como con las unidades vecinas, comprobamos la defensa antitanque y antiaérea, la organización, las comunicaciones y el resto de los factores que influirían en el resultado de la batalla. Cuando quedamos satisfechos con los resultados aunque nos preocupaban las comunicaciones con el 144º División de Infantería que estaba a nuestra izquierda ya que la cooperación con ella no había sido organizada. La cuestión de los alimentos tampoco estaba resuelta satisfactoriamente. Las cocinas estabas separadas de las unidades y estaban lejos, en la retaguardia, lo que significaba que la comida no se podía distribuir regularmente. Un oficial de enlace fue enviado a establecer contacto con los vecinos (la 144º División) y las cocinas se acercaron a las unidades. Para aumentar la sorpresa del ataque decidimos prescindir de la preparación artillera y esperar a que las primeras compañías empezaran el asalto para romper el fuego artillero.

Las cosas se hicieron bien. El ataque del 258º sorprendió al enemigo y cuando los nazis empezaron a salir de sus refugios fueron sorprendido por el fuego de la artillería, lo que nos permitió capturar sus posiciones con facilidad.

A medida que el enemigo retrocedía lanzó un contraataque con un batallón de tanques, pero fueron incapaces de frenar nuestro avance. Seguíamos adelante

Los siguientes hechos atestiguan el efecto de nuestro avance.

El Río Ozerna era una barrera en el camino de los atacantes. Todavía no estaba helado y los soldados vacilaron. Mientras tanto, el enemigo lanzó un contraataque con casi in regimiento de infantería apoyado por tanques y seis batallones de artillería. Nuestro ataque estaba en riesgo de fracasar pero el jefe de la 7º compañía, el teniente I.A.Ivanoc, un comunista, se lanzó a las aguas heladas gritando “Hurra” y fue seguido por el resto de sus hombres. Su compañía cruzó el río y atacó al enemigo por el flanco. Las otras unidades del regimiento hicieron lo mismo y combatiendo fieramente repelieron el contraataque enemigo. Las 7º Compañía fue la primera en llegar a Mikhailovskoye, el 2º Batallón capturó la ciudad de Fedchino y cerró la carretera de Ruza.

El ataque de la 18º División de Infantería a nuestra derecha tuvo éxito. Conocía a su comandante, el Coronel P.N. Chernyshov del Lejano Oriente. Sus unidades avanzaron en la dirección de Skirmanovo y alcanzaron el río Gryada. Sin embargo, el enemigo volvió a tomar Skirmanovo de nuevo.

Nuestro primer combate fue un éxito. La división capturó Mikhailovskoye y la ciudad de Staroye cumpliendo su misión. La primera batalla nos enseñó a los primeros héroes de la división: I. A. Ivanov, P. Ognev, V. D. Kuzmin, K. S. Sinitsyn, A. M. Yankubayev y otros. Sin embargo, no todo salió redondo en esta batalla. La falta de experiencia de combate era evidente. También sufrimos nuestras primeras bajas. El capitán Pyotr Borisov, jefe del 2º Batallón de Infantería fue herido muy seriamente. Su segundo, el capitán Pyotr Turakov tomó el mando del batallón. Nuestras unidades medicas trabajaron muy bien desafiando peligros y luchando por las vidas de nuestros camaradas. En la lucha por Mikhailovskoye y en la siguiente operación defensiva, el soldado Ivan Avdeyev, ordenanza médico de la 3ª Compañía (258º Regimiento) evacuó a 270 soldados y oficiales heridos del campo de batalla. Pero no era solo un ordenanza médico. Era además el mejor observador del regimiento: muchas veces descubrió a los tanques enemigos en posiciones de ataque. Sus esfuerzos fueron recompensados con la Orden de Lenin. La mayor parte de nuestros soldados lucharon con similar bravura, especialmente los miembros del Partido y los Komsomoles que siempre estaban en primera línea de ataque.

Una vez retorné al CG en la madrugada del 4 de noviembre telefoneé al CG del Ejército e informé de los resultados de la batalla. El Mayor-General Mikhail Malinin, jefe de EM del 16º Ejercito oyó mi informe y en nombre del comandante felicitó a la división en su bautismo de fuego y nos deseó que fuera el primero de una larga serie de éxitos frente al enemigo. Me preguntó acerca de la organización de la defensa y prometió enviarme instructores para tareas de minado. El propio general vino con los instructores y nos dio buenos consejos.

El mando quería que nuestra división consiguiera experiencia de combate y estuviera lista para la defensa lo antes posible. La decisiva final era inminente y sería de suma importancia en la batalla por Moscú.

El GCG ordenó a las tropas del Frente Occidental mantener la posición y evitar los movimientos del enemigo para rodear Moscú en el Noroeste y en el Suroeste. Para este propósito se reforzó con las reservas la dirección por donde se esperaba el ataque enemigo. De esta forma, una división acorazada y cinco de caballería fueron enviadas al área de Volokolamsk con órdenes de cooperar con las unidades del flanco derecho del 16º Ejército y lanzar un contraataque contra el flanco izquierdo del 3º Grupo Panzer.

La fuerza atacante se organizó en el flanco izquierdo del Frente Occidental con la intención de contraatacar en el flanco del 2º Ejército Panzer de Guderian.

El 14 de Noviembre, el consejo militar del Frente Occidental apeló a los soldados, oficiales y oficiales políticos para la defensa de Moscú hasta la última gota de sangre. Los slogans “No rendiremos Moscú” y “La derrota de los invasores nazis empieza en Moscú” claramente expresaban las esperanzas y aspiraciones de cada soldado y comandante.

En esos días los defensores de Moscú eran a menudo visitados por delegaciones de trabajadores. Los soldados recibieron los encargos de la Patria. Las unidades del 16º Ejército también recibieron esas visitas. Nuestra división recibió la visita de representantes de los trabajadores de Moscú. En las reuniones con esa gente los soldados aseguraron que no ahorrarían esfuerzos en la defensa de la capital.

La batalla decisiva estaba cerca. El mando nazi realizaba frenético los preparativos.

Bock, jefe del Grupo de Ejércitos Centro ordenó a su fuerza aérea destruir Moscú. La artillería de largo alcance y gran calibre se estaba acercando a la capital.

Los nazis formaron destacamentos especiales para capturar importantes objetivos. Para este propósito, la División Motorizada SS Das Reich, que estaba atacando a unidades de nuestra división recibió la orden, según rezan las memorias de Otto Scorzeni, un importante saboteador de las SS, de formar un destacamento especial con instrucciones de tomar las presas del Canal Moscú Volga.

Los nazis confiaban tanto en el éxito de su ofensiva que incluso se precipitaron a designar al General von dem Bach-Salewski, uno de los mas cercanos a Himmler, como jefe de las SS en Moscú. Este general formó un destacamento especial de las SS para Moscú al mando del SS Standartenführer Saks. El mismo Saks había sido nombrado comandante de Londres.

[Ver L. Bezymensky, Generales Alemanes con y sin Hitler, Moscú, Sotsekgiz, 1961, p. 180 (en Ruso)]

La ofensiva decisiva nazi empezó el 15-16 de Noviembre con ataques del 3er y 4º Grupo Panzer contra el flanco derecho del Frente Occidental. El 18 de noviembre, el 2º Ejército Panzer reanudó su ofensiva al sur-este de Tula y el 4º Ejército Alemán lo hizo en el centro.

En dirección a Volokolamsk el enemigo lanzó su ofensiva contra el 16º Ejército el 16 de noviembre. El mismo día, las unidades del flanco derecho del 16ª Ejército al norte de Volokolamsk lanzaron un contraataque en las unión del 3er y 4º Grupos Panzer.

Libraron batallas particularmente duras la 316º División de Infantería del Mayor-General I.V.Panfilov, el Grupo de caballería del Mayor-General L.M. Dovator y las Brigadas 1ª de Guardias y 27º, 28º y 23ª Blindadas. El 16 de noviembre estas unidades del 16º Ejército repelieron poderosos ataques acorazados.

A la presión de las divisiones nazis se opuso el deseo del Pueblo Soviético, consciente de la importancia del momento. Aquellos fueron días de gran heroísmo que demostraron al mundo el coraje cada ciudadano soviético.

En la guerra no hay batallas sin sangre. Continuamente atacando las posiciones de nuestras tropas y despreciando sus perdidas los nazis chocaron contra la defensa del 16º Ejército. La infantería enemiga que seguía a los tanques caían sobre las trincheras luchando mano a mano para romper las lineas y tomar los fuertes.

Una inolvidable jornada ocurrió ese día por parte de un grupo de destructores de tanques del Regimiento 1077º (316º División de Infantería) que firmemente detuvo el avance enemigo en el área ferroviaria de Dubosekovo. La mayor parte de ellos cayó en el cumplimiento de su misión. La pasionales palabras “Rusia es grande, pero no tenemos donde retirarnos mas allá de Moscú” pronunciadas por V. G. Klochkov, comunista e instructor político que murió junto con los demás héroes resonaron sobre todo el país. Fueron el Leit-Motiv de los defensores de Moscú.

Mucho mas soldados soviéticos cayeron en acción con el mismo heroísmo, pero permanecen en el olvido.

Hasta el 16 de Noviembre, las mayores batallas en la zona de nuestra división fueron en el sector del 258º Regimiento de Infantería. En un intento de retomar las ciudades deshabitadas que había perdido y la carretera Ruzanov-Petrovskoye los nazis les lanzaron un regimiento motorizado y otro de infantería. El enemigo atacó nuestras unidades continuamente, pero todos los ataques fueron repelidos por el valores nuestros luchadores. Los nazis lo intentaron todo; Panzers, ataques aéreos y artillería contra las unidades de la división, intentos de infiltración entre las unidades y envíos de tropas de asatlo a nuestra retaguardia. Pero todas las estratagemas enemigas fueron vanas, rápidamente descubríamos sus intenciones y tomábamos las medidas oportunas.

Al fallar en su ataque frontal, los alemanes decidieron flanquear al 258º Regimiento de Infantería y enviaron un regimiento motorizado a Barynino. Nuestros exploradores les localizaron y enviamos al 3er batallón del 131º Regimiento de Infantería y un batallón antitanque al área amenazadas. Como los nazis tenían superioridad numérica forzaron a retirarse a nuestras unidades y capturaron Mikhailovskoye pero fueron incapaces de avanzar nada mas.

Los combates del 4 al 15 de noviembre templaron a la 78º División de Infantería. Nuestros hombres maduraban cada día que pasaba. Los soldados y oficiales consiguieron experiencia y mejoraron su capacidad de combate. Recuerdo el siguiente episodio: tras tres días de lucha (del 7 al 10 de noviembre) el 2º Batallón del 131º Regimiento de Infantería fue flanqueado por los nazis y recibieron la orden de abandonar la ciudad de Vayukhino. A la unidad de ametralladoras de Pyotr Ognev se les encomendó cubrir la retirada del batallón. Ognev situó el arma en el techo de una casa de piedra. Los nazis los descubrieron Pronto, Ognev era el único superviviente del equipo de la ametralladora. Estaba herido pero continuaba disparando y manteniendo a los alemanes lejos mientras el batallón se retiraba. Los nazis situaron una pieza de artillería y destruyeron el edificio pero la ametralladora seguía disparando. El heroico ametrallador continuaba disparando desde el edificio en llamas hasta que fue cubierto por el humo. Varios días después el batallón reconquistó la ciudad. Los habitantes nos contaron que tras el encuentro con Ognev los nazis se llevaron cinco camiones de muertos por Ognev.

El 15 de noviembre recibimos un radiograma que con la orden del Jefe del Ejercito de preparar todos las unidades de la división para rechazar un posible ataque enemigo la mañana del 16 de noviembre. A través del CG de la división rápidamente instruimos a todos los oficiales que permanecieran en sus puestos, intensificaran el reconocimiento, reforzaran la protección y comprobaran de nuevo la disponibilidad para el combate de las armas y el funcionamiento de las comunicaciones. Integrantes del mando y del departamento político fueron enviados a cada regimiento para ayudarles en la ejecución de lar órdenes.

Pronto recibimos la orden del CG del Ejército: la 78º división de infantería debía asumir la ofensiva a las 10:00 del 16 de noviembre y capturar las ciudades de Skirmanovo y Barynino. A nuestra derecha, la 18º División de Infantería también tenía una misión ofensiva.

La ofensiva de estas dos divisiones no tuvo éxito, pero jugó un papel positivo ya que obligó al mando nazi a reforzar a sus tropas en el sector con dos divisiones y redujo su presión sobre el centro del Ejército.

El 17 de noviembre las divisiones nazis atacaron con furia al 16º Ejército a lo largo de todo el frente. Bajo la presión de fuerzas superiores parte del 16º Ejercito tuvo que retirarse a la zona del 30º Ejército bajo el mando del Mayor-General D. D. Lelyushenko.

Ese día, todos los ataques enemigos en el centro y en el flanco izquierdo del 16ª Ejército fueron rechazados. La 316º División de Infantería y el Grupo de Caballería del General Dovator resistieron firmemente solo al final del día se replegaron a una nueva línea con el permiso del mando del Ejército. Por su valor y coraje la 316º División de Infantería fue condecorada con la Orden de la Bandera Roja el 17 de Noviembre y al día siguiente fue renombrada a 8º División de la Guardia.

El enemigo nos superaba casi en 3 a 1. Para detener la avalancha de panzer sobre la capital se exigió a nuestras tropas grandes esfuerzos.

Los organizadores nazis de la última ofensiva contra Moscú no podía comprender la firmeza desplegada por nuestros soldados en los campos cubiertos de nieve. Estaban desconcertados por la fiera e insuperable resistencia de las tropas soviéticas que se encontraban en Volokolamsk y otras direcciones.

Nuestra 78º División había detenido el avance enemigo y con el grueso de sus fuerzas consolidó la línea Onufriyevo-Rakovo-Mery, cubriendo la aproximación a Istra desde el Suroeste. La 18º División de Infantería luchaba a nuestra derecha y la 144º División del 5º Ejército a la izquierda. Nuestra división defendía una zona de 12 km. Las primeras defensas de la línea Sloboda Gorodishche-Petryaikha las ocupaba el 258º Regimiento de Infantería, la segunda línea de defensa - Onufriyevo-Rakovo-Mery – la mantenía el 40º y el 131º Regimientos de Infantería. Ahí estaban también las reservas general y anti-tanque y las mayor parte de la artillería. Para mejor controlar la situación en el regimiento de vanguardia se decidió mover el CG de la división a Safonikha, por su mejor protección, desplegar parte de la artillería a posiciones de tiro al este de Gorodishche, en Uglyn. Dicha organización obligó al enemigo a lanzar un ataque de preparación artillero con apoyo aéreo contra la primera línea de defensa donde solo una parte de la división se había desplegado. Cuando tomó la primera línea, organizó una rotura y una preparación artillera para el ataque.

El comisario y yo visitamos las posiciones artilleras y nos aseguramos de que los soldados y oficiales hicieran todo lo que podían. En ese corto periodo tenían que hacerlo todo para preparar unas buenas defensas. Pero no podíamos contenerlos con eso porque el enemigo disfrutaba de una considerable superioridad, especialmente en blindados. De acuerdo con nuestras información, frente al 16º Ejército había nueve divisiones completas, de las que tres eran acorazadas. También estaba preocupado por un ataque frontal.

Inclinados sobre el mapa, apretados en una habitación mal iluminada, los jefes y yo vimos el peligro que implicaba la punta de lanza acorazada en la unión entre el 16º y 30º Ejércitos para la defensa del Frente Occidental. Era la garra izquierda que amenazaba con rodear Moscú al Noroeste. Las tropas del 30º, 16º y parte del 5º Ejércitos en el flanco derecho tenía que cortar la garra gigante y arruinar su plan de capturar Moscú.

A nuestra división se le asignó un papel no menos importarte: detener al enemigo en dirección a Istra.


 

EN ISTRA

Comenzó el 17 de noviembre. Las niebla de la mañana difuminaba la distancia, el bosque, a duras penas visible fue iluminado de repente por las luces del fuego de la artillería. Nubes de tierra volaban por los aires y caían sobre las cabezas de los soldados y espesas nubes de humo cubrieron las trincheras.

15 minutos mas tarde los tanques enemigos empezaron a llegar a las posiciones del 258º Regimiento de Infantería.

Nuestra artillería antitanque entró en acción y varios Panzer ardieron pero el resto siguió su rápido avance. Recurrimos a botellas incendiarias que dejaron otra docena de tanques ardientes en el campo de batalla.

El intento de los alemanes de capturar la línea OnufriyevoRakovo-Mery falló. Sufrieron considerables bajas y tuvieron que interrumpir su ofensiva en este sector. Es mas, tuvieron que reforzar la artillería y redesplegar sus unidades.

Decidimos retirar al 258º Regimiento a la segunda línea en el área de Pirogovo. El CG de la división se movió al oeste de Korsakovo desde donde podía dirigir mejor la lucha.

El 16 y 17 de noviembre la división realizó nuevos actos heroicos.

El 16 de noviembre un pelotón de la 9ª compañía del 131º Regimiento de Infantería bajo el mando del Segundo Teniente Mikhail Beschastny mató mas de 100 soldados enemigos en la villa de Barynino y a pesar de la fuerte presión ejercida por unidades enemigas de infantería motorizada y carros de combate mantuvieron la posición hasta recibir la orden de retirada. El pelotón de Beschastny combatió otra desigual batalla el 17 de noviembre y de nuevo acabó con multitud de soldados y oficiales enemigos, capturando valiosos documentos. En esta batalla, sin embargo, el propio Beschastny fue herido y tuvo que ser evacuado a un hospital.

Yakov Gordopolov, ametrallador de la 3ª Compañía de Ametralladoras del 258º Regimiento de Infantería también se distinguió en esos días. Combatiendo mano a mano con el enemigo a la bayoneta acabó con siete soldados nazis y un oficial. Fue herido pero no dejó el campo de batalla. Reemplazando a un compañero muerto, Yakov continuó disparando y manteniendo al enemigo en su puesto durante mucho tiempo. Cuando su ametralladora se estropeó se abalanzó sobre el enemigo con granadas y se enlazó en un combate cuerpo a cuerpo. El valeroso soldado arriesgó su vida para salvar la de su comandante.

¿cómo premiar a tales héroes? Se les propuso y rápidamente obtuvieron la Orden de Lenin.

La lucha se hacía mas fura cada hora. Aunque los nazis se ahogaban en su propia sangre seguían avanzando de obstinadamente. El teléfono que me conectaba con el CG del 16º Ejército sonaba constantemente.

¿Dónde está el enemigo?

¿Dónde están nuestras unidades?

¿tiene comunicación y cooperación con sus vecinos? Esta y otras preguntas venían constantemente. Podía sentir la preocupación en el CG del Frente.

En mitad de la noche Rokossovsky me telefoneó.

“¿cómo va todo?” preguntó

Le informé circunstancialmente como pude. El jefe quería conocer detalles de las unidades vecinas y yo temía que no todo iba bien.

Para rematar, se presentó una mala situación en los sectores de las 18º y la 144º Divisiones. En la tarde del 19 de noviembre fui informado por el CG de la 18ª División (en nuestro flanco derecho) que tras fuertes combates en Novo-Petrovskoye y Rubtsovo se replegaban con el permiso del mando a la línea Rybushki-Rumyantsevo-Yadromino. Un poco mas tarde, el enemigo incrustó una cuña en las defensas de las 144º División, que esteba en nuestro flanco izquierdo.

Así, ambos flancos de la división fueron envueltos por el enemigo, que nos alejó de nuestros vecinos 8-10 kms. La 78º División estaba medio cercada.

La situación se agravó con la pérdida de las comunicaciones con el CG del Ejército y tuvimos que tomar las decisiones solos. Mi gabinete y yo decidimos mantener las defensas y reestablecer las comunicaciones. Al final, intentamos comunicarnos por teléfono y por radio y enviar un oficial de enlace.

La lucha aumentó. Nuestros observadores recibían fuego enemigo de todo tipo, teniendolos que mover constantemente, lo que complicaba el control. De nuevo debo agradecer a mis asistentes, Coronel I. F. Fedyunkin, jefe de EM de la división, y Teniente Coronel A. I. Vitevsky, Jefe del primer departamente del EM de la división los cuales nunca perdieron el contacto con las unidades y siempre estuvieron prestos a informar y aconsejar.

Fueron de gran ayuda en esa época. El Jefe de EM informaba con brevedad y eficiencia de la situación de las defensas de la división, cosa harto complicada.

La división combatía contra unidades de la 252º División de Infantería, la 10º Panzer y la Das Reich SS motorizadas. Estas unidades avanzaron 15-17 kms en nuestros flancos, mientras la 5º División Panzer atacando desde la cuña en nuestra derecha trataba de cortarnos la retaguardia. El enemigo nos superaba en número.

La única solución posible era la retirada organizada a una nueva línea de defensa, pero no había forma de obtener instrucciones del Comandante del 16º Ejército. El fin inevitable se acercaba.

Han pasado mas de 20 años desde entonces. Voy pasando las descoloridas páginas de los sumarios de las operaciones y los informes de los combates de esos días heroicos y en mi mente se ve todo lo que pasó cerca de Moscú en 1941. Vuelvo a sentir lo que sentía entonces y en mas, analizo críticamente las acciones que tomé en su día ¿qué otra cosa podíamos hacer? ¿cometimos errores? No puedo reprochar a los soldados y oficiales de la 78º División de Infantería. Ellos tenían el deber de detener al enemigo en el camino de Moscú, en Istra.

Es complicado decir que podría haber sucedido en esas circunstancias de no haber recibido órdenes del CG del Ejército. El 20 de noviembre recibimos la orden de retirarnos ordenadamente, combatiendo en dirección a Istra en la mañana del 21 de noviembre para ocupar una nueva línea de defensa: Kholuyanikha-Veretyonki-Frolovskoye. El oficial que retornó del CG trajo una confirmación escrita de esa orden. Al mismo tiempo fuimos informados de las promiciones de comandantes y diferentes jefes.

Fueron duras horas. Era muy importante mantener el control y ocultar a los hombre mi pesar por la retirada. Podía decirl con seguridad que ningún hombre vaciló en nuestras filas. Parte del mérito lo tiene los oficiales políticos. Influyeron en los hombres no solo por lo que dijeron, sino con su muestra de coraje y disposición a dejar sus vidas por la victoria, nuestros oficiales y soldados tenían un ejemplo de heroísmo.

Aquí hay uno de muchos ejemplos. Cuando los alemanes iniciaron la ofensiva, el instructor político Ivan Romanenko, del 40º Regimiento de Infantería estaba en el 1er Batallón. Con un grupo de soldados, Romanenko atacó y destruyó dos emplazamientos enemigos. El 18 de noviembre una compañía de asalto enemiga atacó a nuestras unidades en Gorodishche y penetró en la ciudad. El jefe de la compañía y dos pelotones perecieron. El mando se perdió, pero el instructor político estaba allí. “El enemigo debía ser detenido a toda costa” se dijo a si mismo y sin necesitar órdenes. “¡¡Seguidme!!” saltó de la trinchera y lideró a los hombres al contraataque. Las tropas recuperaron su autodominio. Los alemanes perdieron cerca de 60 hombres en la batalla, el resto huyó presa del pánico. De esta forma, gracias al coraje del instructor político, el fortín de Gorodishche permaneció en nuestras manos. El intento del enemigo de flanquearnos fracasó.

Por sus acciones y por su resolución en la lucha Ivan Romanenko recibió la Orden de Lenin.

Siguiendo las órdenes del comandante del ejército, la 78º División construyó una nueva línea de defensa que cubría las aproximaciones a Istra por el Oeste. Considerando que la dirección mas probable del avance alemán decidimos fortificar el sector Novo-Daryino-Frolovskoye. Nos habíamos retirado de forma organizada, sin pánico y bajo la protección una fuerte retaguardia. El CG despachó las órdenes rápidamente. Lo primero, hicimos retroceder a la artillería, luego a la segunda línea y por último, al grueso de la división.

No es fácil retirarse. El enemigo sigue presionando. Nuestras unidades repelieron ataques en el flanco por parte de tanques, infantería motorizada y unidades de asalto que querían ocupar la retaguardia. Tuvimos que alejar a las unidades de la 5º División Panzer fuera de nuestras rutas. La 18º División de Infantería y la 146º Brigada Acorazada nos ayudaron mucho. Realizaron ataques contra el enemigo que permitieron al 258º Regimiento de Infantería alcanzar Kholshchevniki. Tales ayudas mutuas fueron muy importantes.

Un dia fuimos incapaces de contactar con el comandante de la 146º Brigada Acorazada. que estaba desplegada a nuestra derecha y que de acuerdo con las órdenes del actuaba conjuntamente con nosotros. Le pedimos ayuda al comandante de la 18º División de Infantería. A pesar de las dificultades, nos ayudaron a contactar con la 146º Brigada Acorazada y coordinar todos los detalles de los futuros ataques contra el 5º Ejército Panzer. (NOTA. En el original aparece anteriormente 5ª División Panzer y ahora 5º Ejército Panzer)

La lucha continuaba día y noche. Olvidando la fatiga, los soldados y oficiales llevaban a cabo sus misiones, a menudo el material fallaba, los tanques se averiaban y los caballos se caían agotados, pero las personas continuaban.

No había tiempo para reuniones o discursos altisonantes. Los oficiales políticos pasaban su tiempo con los pelotones y compañías. Como Romanenko y otros, convencían a los hombres con su ejemplo personal. Esto producía un ansia de imitación por parte del resto.

Un día hablé con Vladimir Suvertei, sargento-mayor de la 7º Compañía de Infantería del 258º Regimiento. Este soldados estaba realmente impregnado de las mejores cualidades del soldado soviético: Gran eficiencia, capacidad administrativa, valor, frescura y un inagotable optimismo.

El organizó la logística (debe hacerse notar que a pesar de la retirada y el continuado bombardeo nunca hubo problemas de alimentación) y a la compañía nunca anduvieron faltas de municiones, provisiones, ropas u otro equipo. Pero solo era un hombre. El cuatro de noviembre, un grupo de asalto alemán alcanzó la retaguardia de la compañía. El Sargento-mayor Suvertei reunión a los hombres y lanzó un contraataque. En esta batalla acabó con 13 nazis usando bayoneta, granadas y pistola.

E incluso ese día la compañía recibió la comida a tiempo.

“Es lo habitual de la guerra” dijo y añadió sonriendo “Debemos ayudar a acabar con esos Fritz, camarada Comandante, Estos han sido muy imprudentes”

“tiene razón” le dije “pero no es tan simple”

“Pero ese es su papel, Camarada General. Para eso eres el jefe. El nuestro es trabajar duro” concluyo con una amplia sonrisa.

Si, pensé impresionado por esta charla, los alemanes tienen un duro trabajo para comprender la “misteriosa alma rusa” Con semejantes hombres, no solo les romperemos el espinazo, también les disuadiremos de avanzar sobre Moscú.

Aquellos días precisábamos mucho esta fe. Del 20 al 22 de noviembre, unidades del 30º y 16º Ejército lucharon fieramente en Klin. En la mañana del 23 de noviembre los alemanes envolvieron la ciudad desde el noroeste al suroeste y en la noche del 23 nuestras tropas tuvieron que abandonar la ciudad. Se formó una amplia brecha entre el 30º y el 16º Ejército que amenazaba las defensas de Moscú. El 29 de noviembre el enemigo alcanzó el canal Volga-Moscú y capturó Yakhroma. Los nazis sitiaron Rogachov, Kryukovo y Bely Rast y ahora estabana 30 kms de Moscú.

El mando nazi estaba jubiloso. Un esfuerzo mas y tomarían Moscú, pensaban. Pero solo en apariencia.

El Ejército Rojo Luchaba firmemente. El flanco izquierdo del 16º Ejercito combatía con fuerzas muy superiores en Istra y Solnechnogorsk.

En la tarde del 21 de Noviembre nuestra 78º División de Infantería alcanzó la línea Kholuyanikha-Veretyonki-Kholshchevniki-Zhilino-Novo-Daryino-Frolovskoye y se preparó para la defensa. La 18º División de Infantería defendió la línea Rumyantsevo-Yadromino a nuestra derecha. La 108º División de Infantería vino desde la reserva del Frente Occidental a la línea Gorshkovo-Ivashkovo y reemplazó a la 144º División de Infantería que se retiró a la reserva. La 108º División estaba al mando del Mayor-General I.I. Barichev. Así que los flancos de la 78º División estaban de nuevo protegidos por nuestras tropas.

La situación y la experiencia defensiva sugería que debíamos preparar las defensas contra tanques. Esto solo lo podíamos hacer mediante contraataques y asaltos. Fue la idea adoptada por todos los comandantes.

En este punto hay que hacer notar que nuestra artillería jugó un importante papel en la defensa, ayudando a repeler los ataques enemigos y apoyando nuestros contraataques. El jefe de la artillería, Mayor Major N. D. Pogorelov, el jefe del 201º Regimiento de Howitzers Major B. S. Pokryshkin , el jefe del 159º Regimiento de Artillería, Mayor F. M. Osipovich y todos los artilleros fueron parte de ello. Tan pronto como alcanzamos nuestras líneas de defensa al oeste de Istra, en Consejo Militar del Frente que daba una especial importancia a la dirección de Istra ordenó a nuestra división que se conectara telefónicamente con el Frente. Nos podíamos comunicar con el CG del Frente en cada momento.

En la noche del 21 de noviembre sonó el teléfono. Al otro lado estaba el Teniente General V. D. Sokolovsky jefe de EM del Frente. Quería saber como estaban organizadas las defensas y que precisábamos para mantener Istra y evitar futuros avances enemigos a lo largo de la carretera de Volokolamsk.

Le hice un detallado informe y le pedí que si era posible, nos reforzara con tanques.

El general me contestó “Cada cosa a su tiempo, veré que puedo hacer” y deseándome éxito se despidió.

Supe lo que las palabras “cada cosa a su tiempo” significaba que solo dos semanas después las cadenas de los tanques empezarían a sonar, las ruedas de los vehículos empezarían a rodar y las botas de los soldados rápidamente marcharían a través de las carreteras desde Moscú. Era la contraofensiva.

Mientras teníamos nuestra conversación aún no conocía los planes de contraofensiva que estaba preparando el GCG.

Fuertes combates continuaban la mañana del 22 de noviembre. Nuestra división estaba siendo atacada por unidades del 10º Panzer, la División Motorizada SS Das Reich y por las 262º y 87º Divisiones de Infantería

El comisario y yo visitamos las posiciones de nuestros regimientos. Nuestro coche se movía con dificultad. En las colinas, la carretera estaba helada, mientras que en los valles estaba cubierta de una nieve profunda. El coche se deslizaba. El enemigo nos bombardeaba constantemente. Se les podía oír las 24 horas del día. La helada era mas fuerte, cubriendo de escarcha los sombreros y los abrigos.

A la petición del comandante del 131º Regimiento de Infantería bajo el mando del Coronel N.G. Dokuchayev le contestamos como se combatía de duro en ese sector. Rechazando un ataque enemigo, el artillero anticarro Sargento Junio Ivan Savinykh destruyó dos carros y un blindado y mató a mas de 150 nazis. Pero los hitlerianos continuaban el ataque. Ebrios de lucha continuaban. Cinco carros atacaron la posición del Sargento Savinykh.

Uno mas fue destruido, y otro mas acabó ardiendo. Pero no consiguieron detener al enemigo. Un carro de caballos acorazado llegó desde la colina pero fue destruido. La batalla se hacía mas intensa cada minuto. Nuestros héroes tenían sus momentos mas duros. El conductor y dos miembros de la tripulación fueron heridos y sus caballos muertos. Con la ayuda de los tres supervivientes Savinykh llevó el cañón a una nueva posición desde la que podía hacer fuego directo y siguió disparando hasta rechazar el ataque enemigo.

Los combates seguían con intensidad el 25 de Noviembre. Mucho fortines y lineas cambiaron de manos varias veces. Casi cada ataque enemigo acababa en una lucha cuerpo a cuerpo que aterrorizaba a los nazis. En la mayor parte de los casos, nuestros hombres vencían y volvían las posiciones iniciales. Nuestros combatientes luchaban a muerte.

Recuerdo el siguiente episodio, el Coronel A.P. Konovalo, jefe del 40º Regimiento de Infantería me telefoneó en Zhilino y me informó que el enemigo había había aniquilado a una de las unidades del 2º Batallón, incrustando una cuña en las defensas y alcanzando las afueras de Kholuyanikha. Me dijo que había reunido todas sus fuerzas y preparaba un contraataque para restaurar la situación usando señaleros y zapadores. Aprobé su decisión y prometí ayudarle. Por ello ordené al 258º Regimiento de Infantería lanzar un ataque con un batallón contra los nazis que había roto Kholuyanikha, mientras que el 210º Batallón de Howitzer fue asignado en su apoyo.

Las unidades enemigas cayeron bajo el fuego del 159º Regimiento de Artillería y los montajes cuádruples de AAA. Por orden del CG de Artillería el fuego del 210º Regimiento Howitzer fueron trasferidos ahí. Aprovechando la confusión del enemigo y el apoyo que recibían, los zapadores y señaleros del 1er Batallón del 258º Regimiento contraatacaron a los nazis y les hicieron retroceder. El enemigo dejó casi 300 muertos en el campo de batalla. Aquellos que sobrevivieron luego fueron tomados prisioneros. La situación fue restaurada y el peligro de una brecha en la división desapareció.

Pero no fue todo éxito. La 18º División de Infantería que operaba a nuestra derecha recibió la orden del CG la mañana del 24 de noviembre de comenzar la retirada la noche del 25 para organizar las defensas en el sector Skrikovo-Andreyevskoye-Nikulino. Como supimos mas tarde, una orden similar fue dada a nuestra división, pero no la recibimos (porque el enlace había muerto) y continuamos luchando en la antigua posición (esto fue una buena lección. A partir de ahí, las órdenes venían duplicadas)

Recuerdo que cuando luchábamos estas fieras batallas cerca de Istra fuimos visitados por los escritores Vladimir Stavsky, Alexei Surkov, Alexander Bek, Yevgeny Petrov y Yevgeny Kriger, que fueron a las trincheras y parapetos, hablando con los soldados y oficiales y luego escribieron de sus hechos heroicos en la prensa. Surkov y Bek incluso tomaron las armas con el 258º Regimiento en la batalla nocturna de Trukhanovka.

El 24 y 25 noviembre fueron con mucho los días mas duros, al tiempo que se mostraba la firmeza y heroismo del pueblo soviético, su inigualable coraje, su deseo de lucha y su inagotable fe en el Partido Comunista. Este frustró los planes enemigos. Esto se confirmó cuando 353 personas de mi división solicitaron el ingreso en el Partido y en el Komsomol en noviembre. Eran los mas valientes entre los valiente, los mas bravos entre los bravos.

Los Comunistas y los miembros del Komsomol fueron la base de nuestras filas

El Mayor Ivan Romanov, jefe del 1er Batallón del 258º Regimiento de Infantería siempre estaba donde la situación era mas compleja y hacía lo posible por solucionarlo. Su batallón derrotó repetidamente a enemigos superiores en número. Repelió muchos ataques de las unidades de élite de las SS, los nazis eran derrotados por sus contraataques y huían hacia sus posiciones, dejando muertos, heridos y material en el campo de batalla. El batallón de Romanov nunca abandonó sus posiciones sin recibir la orden. Sus soldados se llamaban orgullosamente a sí mismos los Romanovites. Un gran honor para un comandante y muy merecido.

En el culmen del combate fuimos visitados por el General Zukhov, Jefe del Frente junto con el General Rokossovsky, Jefe del 16º Ejercito. Tras dos noches sin dormir, me había acostado, pero a duras penas podía cerrar los ojos cuando mi ayudante me dijo que habían llegado. Entré en el sótano donde estaba ubicado el CG y empecé mi informe, pero Zukhov me detuvo con un gesto y simplemente pregunto “¿cómo van las cosas?” y fue a la mesa donde estaba el mapa con la última información sobre la defensa de la división. Le informé de la situación y le comenté las bajas que habíamos sufrido los dos últimos días. Puso mala cara y girándose al General Rokossovsky le dijo “lo mismo en todas partes. Demasiadas bajas, causadas especialmente por la aviación. Es la hora de poner fin a esto” Entonces me dijo “Has informado que la 5º División Panzer opera en tu sector ¿estás seguro? ¿no se habrán confundido las unidades de reconocimiento? Según mis informes está atacando al 5º Ejercito ¿tienes pruebas de ello? ¿prisioneros?” Le dije que teníamos documentos de soldados de la 5º División Panzer muertos en nuestro sector. Es mas, habíamos observados cerca de 100 tanques de esa división concentrados cerca de la ciudad de Nefedyevo. Hemos intentado capturar prisioneros, le dije, pero aún no lo hemos logrado. Tuvimos suerte, en ese momento se abrió la puerta y entró la sonriente cara del Mayor A. A. Tychinin, jefe de la Unidad de Reconocimiento. “¿nos podríamos haber equivocado?” Le dije al General Zukhov que dejara pasar a Tychinin. El informe fue breve “Hemos capturado a un Hitleriano y nos ha dado información de la 5º División Panzer” Ahora nadie tenía dudas. Zukhov vio ahora que la división estaba en una situación crítica y ordenó que fuera reforzada por una brigada de infantería., una brigada acorazada y un batallón de cohetes. Al final de nuestra conversación, el General Malinin, jefe del EM llamó preguntado por el General Rokossovsky. Su cara mostraba que la información no era agradable “hemos perdido Klin” dijo, colgando “Las cosas no van bien” respondió Zukhov” En la mañana del 25, tropas nazis reforzadas por nuevos contingentes se lanzaron sobre la presa de Istra y el río. Las tropas del flanco izquierdo del 16º Ejército, excepto la 78º División se retiraron a la orilla oriental del río y la presa se abrió por orden del mando. El resultado fue una corriente de agua de 2,5 metros de profundidad a lo largo de unos 50 kms al sur del pantano. El enemigo intentaba cerrar las presas pero fueron detenidos por nuestro fuego y su ofensiva en este sector fue detenida. Sin embargo, continuaban presionando con fuerza al norte de la presa y en la intersección entre el 16º y el 5º Ejércitos, sobrepasando Istra por el norte y por el sur. Ante la presión del 9º Cuerpo de Ejercito, de las 108º, 144º y 50º Divisiones de Infantería y el 5º Ejército tuvimos que retirarnos y al final del 24 de noviembre alcanzamos la línea PetrovskoyePolushkino. Así, el 25 de noviembre, de todas las unidades del 16ª Ejército solo la 78º División permanecía en la orilla occidental del Istra y seguía defendiendo la ciudad.


 

El enemigo, detenido

El 25 de noviembre recibimos la orden del CG del 16º Ejército de retirarnos al Río Istra. La división fue reforzada por la 146ª Brigada Acorazada. La orden llegó tarde y no pudimos organizar la defensa al a lo largo del río a pesar de todos los esfuerzos.

Los nazis, actuando a lo largo de la carretera Volokolamsk-Istra esperaban derrotarnos antes de que alcanzáramos la orilla oriental del Istra, pero gracias a la cobertura de una poderosa retaguardia alcanzamos esa línea en la mañana del 26 de noviembre y tomamos posiciones defensivas en el sector Istra-Trusovo-SannikovoLuzhki . Nuestro 258º Regimiento de Infantería tuvo la tarea de organizar la defensa en la línea Vysokovo-Manikhino Station, en el bosque al norte de Trukholovka estaba la 146ª Brigada Acorazada, la 108º División de Infantería rechazaba a la infantería enemigo en la línea de Krasnovidovo-Kozmino a nuestra izquierda. A nuestra derecha, al norte de Istra, la 18º División de Infantería combatía duramente contra grandes masas de blindados y de infantería. Una situación particularmente conflictiva se nos presentó en el sector de nuestra división. En la mañana del 25 de noviembre, las unidades nazis convergieron en la orilla oriental del Istra, cruzaron el río y rompieron las defensas. La división sufrió considerables bajas. Ahora, eramos atacados por unidades de la 11ª y 5ª Divisiones Panzer.

La delicada situación de la 18ª División de Infantería también afectaba a la estabilidad de las defensas de la 78ª División. En nuestro flanco derecho, el 40º Regimiento de Infantería junto con el 871º Grupo de Artillería Anticarro que defendían el área al sur de Istra luchaban medio cercados. Debía repeler los ataques no solo desde el frente, sino también desde la retaguardia. En los alrededores al noreste de la ciudad había un monasterio que habían tomado las tropas de asalto alemanas. Debían ser desalojados o de otra forma no se podría enlazar con el regimiento. Para ayudar el regimiento fue reforzado con el 3er Batallón del 131º Regimiento de Infantería. También enviamos unidades de reconocimiento al área de Kashino-Rychkovo. Ya habiamos utilizado todas nuestras reservas cuando los alemanes rompieron al norte de Istra.

Para restaurar la situación en el flanco derecho usamos el regimiento del segundo escalón de la división. Con apoyo artillero lanzamos un contraataque sobre los nazis al sur de Istra. Pero las fuerzas eran desiguales. El enemigo disfrutaba de gran superioridad y hombre, artillería, medios acorazados, aviación, .... Las unidades de la división lucharon con valor y coraje, pero no pudieron mantener la línea.

El 27 de noviembre la batalla se trasladó a la ciudad y a la orilla oriental del río. Nos comenzó a atacar la 10º Panzer, la División Motorizada SS Das Reich y la 252º División de Infantería, que lanzaron el ataque principal a lo largo de la carretera en un intento de alcanzar la ciudad por el suroeste.

Desde el puesto de observación del comandante del 40º Regimiento de Infantería había buena visibilidad de las unidades enemigas. El rugido de los tanques que se aproximaban se incrementó. Arriba en lo alto, un Focke-Wulf de reconocimiento sobrevolaba el campo de batalla.

Desde detrás de una colina apareció un punto gris y pronto docenas de tanques se aproximaban a nuestras posiciones ¿cuantos? No tuvimos tiempo de contarlos.

Los tanques se aproximaban en forma de cuña.

En ese momento recordé por algún motivo la escena del ataque psicológico de la película Chapayev. Entonces, a través de la neblina de la mañana, nuestra artillería empezó a disparar contra los tanques. Al mismo tiempo negras columnas de tierra y humo llenaron el aire. Cuando el humo se disipó vimos los tanques en llamas. Sin embargo, el resto de ellos se seguían desplazando hacia nosotros y entonces, el fuego directo de la artillería entró en acción. Hicimos un gran trabajo. El ataque fue rechazado. No quedaban panzer que nos atacaran.

Un momento de calma. Pero ¿cuanto iba a durar? Las cosas iban mal en el flanco derecho, la 18ª División de Infantería. Presionada por fuerzas superiores se retiraron al final del 28 de novimebre al oeste de Dukhanino-Yermolino. El enemigo se movió al noroeste a lo largo de la carretera de Rychkovo amenazando cortar la retaguardia de las unidades que defendían Istra.

Mientras tanto las 146ª Brigada Acorazada estaba ayudando a la 18ª División atacando en dirección a Ivanovskoye y Dukhanino con lo que no nos podía ayudar. Las unidades de nuestra división sufrieron bajas considerables y debían luchar sin apoyo acorazado, solo con sus propios recursos. Se nos ordenó retirarnos a una nueva línea.

Los nazis seguían su marcha hacia Moscú. Pero ese fue su último éxito. En ese momento, el 16º Ejército fue reforzado con unidades de refresco. Por orden del GCG la 7ª División de Infantería de la Guardia, dos brigadas acorazadas y varias unidades de artillería llegaron a las áreas de Solnechnogorsk y Kryukovo. Una fuerza al mando del Coronel A.I. Lizyukov llegó al área Krasnaya Polyana. Este grupo pronto se integró en el 20º Ejército.

Unidades del 1er Ejército de Choque al mando del Teniente General V.I. Kuznetsov, también de la reserva del GCG fueron llegando al canal Moscú-Volga. Estas tropas atacaron a los alemanes que había cruzado el canal y les rechazaron hasta la otra orilla.

Hacia el final de noviembre, el 20º Ejército se enfrentó de nuevo al enemigo, pasando a la zona del 16º Ejército y rechazando el avance enemigo en el área de Krasnaya Polyana.

En el centro del Frente Occidental, en el área de Akulovo (Naro-Fominsk direction) las tropas del 33º Ejército, al mando del Teniente General M.G. Yefremov y las reservas del Frente cerraron con éxito la brecha abierta por los nazis.

Unidades de la 32º División de Infantería al mando del Coronel V.I. Polosukhin se distinguieron especialmente en estas batallas. La división, al igual que nosotros, había llegado desde el Lejano Oriente y pronto aumentó la gloria del Ejército Rojo en la batalla en Boridino. En estos campos glorificados en canciones y versos llegaron a ser el símbolo de la gloria militar Soviética, los soldados lucharon tan bravamente como los de Kutusov. Y por supuesto, muchos de ellos recordaron esos días un poema del colegio:

“Moscú está detrás de nosotros, soldados

Muramos defendiendo Moscú entonces

Como nuestros hermanos lo hicieron antes”
 

Los hombres del Ejército Rojo mantuvieron su juramento. La división defendió la capital con energía. El enemigo hizo repetidos intentos de romper las defensas para alcanzar la carretera de Minsk en el área de Kubinka. Como resultado de sus ataques los nazis solo nos consiguieron desalojar de nuestras posiciones tras una dura lucha y nos obligaron a retirarnos a la línea principal de defensa.

Habiendo fracasado la rotura en la zona de la 32ª División, los nazis rompieron las defensas en un pequeño sector en los alrededores de la división al principio de diciembre e intentaron avanzar a lo largo de la carretera de Naro-Fominsk-Kubinka para alcanzar la retaguardia de la 32ª División, pero nuestras unidades en Akulovo frustraron sus intenciones. Nuestra artillería, rifles antitanque y campos de minas destruyeron 12 carros y cuatro transportes blindados. La 110ª División de Voluntarios del distrito de Naro-Fominsk-Kubinka participó activamente en la lucha.

Simultáneamente con la lucha en el noroeste de Moscú, intensos combates se desarrollaban en el flanco izquierdo del Frente Occidental, en el área de Tula, donde el 50º Ejército, reforzado por unidades de trabajadores armados de Tula mantenía las defensas. Los nazis lanzaron el grueso de las fuerzas del General Guderian, el 2º Ejército Panzer contra ellos.

Se peleó con especial fiereza a mediados de noviembre. Durante tres días (del 18 al 20) el 50º Ejército rechazó furiosos ataques nazis. El 20 de noviembre el enemigo consiguió romper las defensas en un sector del flanco izquierdo de la división t lanzó un ataque contra Venev y Kashira.

El intento enemigo de explotar el efecto de la ofensiva fracasó en dirección a Stalinogosk. Por su obstinada defensa la 239ª División de Infantería traía de la reserva y mandada por el coronel G.O. Martirosyan, detuvo por seis días cuatro divisiones enemigas (del 24 al 30 de noviembre) y creó las condiciones favorables para un contraataque en el área de Kashira. Mas tarde y bajo la presión de fuerzas enemigas superiores la división se retiró en dirección a Khavertovo.

El 27 de noviembre, la 1ª División de Caballería de la Guardia al mando del Major-General P.A. Belov reforzada por a la 173ª División de Infantería de Voluntarios del Distrito Frunze de Moscú, al mando del Coronel A.K. Bogdanov, mas la 212ª Brigada Acorazada del Coronel A.L. Getman mas una brigada acorazada y dos batallones acorazados lanzó un contraataque desde el sur de Kashira. Como resultado, el 17ª División Panzer y parte de la 29ª División Motorizada fueron derrotadas y rechazadas hacia el área de Mordves.

La ofensiva del 2ª Ejército Panzer orientada a rodear Moscú por el sur fue detenida.

El 30 de noviembre la división consolidó la línea Nadovrazhino-Selivanikha-Trukholovka-Lenino. La 18ª División de Infantería y la 146ª Brigada Acorazada formó las defensas en la línea Barantsevo-Bakeyevo a nuestra derecha. mientras la 108ª División de Infantería lo hizo a nuestra izquierda, en la línea Krasnovidovo Kozmino. una nueva fase de la batalla comenzaba.

Un importante hito sucedió en la vida de la 78ª División de Infantería durante la lucha en la ribera del Istra. El 27 de noviembre del 41 fue reorganizada por orden del GCG como 9ª División de Infantería de la Guardia por el coraje, la determinación y el heroísmo mostrado en la lucha contra loso invasores nazis. Esta noticia hizo sentirse felices y orgullosos a todos los hombres. Recibimos muchos telegramas expresando cálidas felicitaciones de todo el Ejército Rojo. Se nos citó en el Consejo Militar del Frente de Lejano Oriente, en el Comité del Partido del Territorio de Khabarovsk y en el Consejo Militar del Frente Occidental y en el 16º Ejército

El Consejo Militar del Frente del Lejano Oriente y los Comités Ejecutivo y Territorial del Partido en Khabarovsk nos felicitaron añadiendo “Estamos orgullosos y deseamos desde el fondo de nuestros corazones que continuéis vuestra victoriosa aniquilación de las sangrientas hordas germanas”

El mensaje de felicitación que recibimos del Consejo Militar del 16º Ejército contenía palabras mas exultantes “Recibir la consideración de Guardias durante los encuentros amargos con las tropas nazis es el mas alto honor. Representáis las mejores características del pueblo soviético, su coraje, bravura y desprecio por la muerte. Habéis cumplido sobradamente con vuestro deber hasta la última gota de sangre para que nuestra amada Patria pueda vivir. Esto es típico de soldados, oficiales y comisarios políticos preparados por el Partido. Honor y Gloria a vosotros, heroicos Guardias. Estamos seguros que justificaréis la confianza del Partido y del Gobierno, continuareis derrotando al enemigo y vuestros hechos pasarán a los anales de la historia de Rusia.”

El General V.D. Sokolovsky, jefe del EM del Frente no felicitó por teléfono en nombre del Consejo Militar del Frente.

Habíamos alcanzado no solo lo que sabíamos que era un gran honor, sino una enorme responsabilidad. En el día en que recibimos la bandera de la Guardia los hombres le hicieron un juramento de lealtad de forma sincera y solemne.

Recuerdo los rostros graves y sin temor de nuestros hombre repitiendo:

“Juramos por nuestras vidas, por la sangre de nuestros camaradas y prometemos, miembros y no del Partido que firme y victoriosamente llevaremos esta sagrada bandera en todas las batallas con el enemigo hasta que los invasores alemanes sean completamente aniquilados”

Ese día no entregamos ni una sola aldea.

El 30 de noviembre los nazis concentraron su principal esfuerzo en la zona ahora designada a la 9ª División de la Guardia e intentaron romper en dirección a Moscú por la carretera de Volokolamsk. En nuestro sector actuaban también unidades de la 5ª División Panzer. Ahora, nuestra división y la 18ª División de Infantería combatía con cuatro divisiones enemigas. Pero a pesar de la superioridad de dos a uno el enemigo no consiguió pasar. Todos los ataques nazis fueron rechazados y sufrieron bajas considerables. Ni las tropas de refresco enviadas al combate ni los ataques aéreos masivo ni incluso los ataques acorazados apoyados por artillería rompieron nuestras defensas. La división aguantó con firmeza la línea. El enemigo no solo fue detenido sino que quedó tan agotado que se tuvo que replegar al oeste, alejándose de Moscú.

Esos días Rokossovski visitó la división. Quería conocer personalmente el estado de las defensas de cada regimiento sugerir mejoras, destacando particularmente su atención a la organización de la defensa contra carro. Decidió que deberíamos reforzar la carretera de Volokolamsk y la zona de contacto con la 18º División. El comandante ordenó que batallones de artillería ligera de la división ocuparan posiciones anti carro en las zonas del 40º y 131º Regimientos de Infantería. Cuando volvimos al CG de la División en Zhevnevo, Rokossovski nos informó que el Ejército había recibido considerables refuerzos y en el futuro pasaría a la ofensiva. Nuestra 9ª División de la Guardia lo haría junto con la 36ª y 40ª Brigada de Infantería, la 17ª Brigada Acorazada y el 471ª Regimiento de Artillería que podríamos usar en combates defensivos a nuestra discreción, pero solo podríamos recurrir a las brigadas solo con su permiso. Al final, Rokossovski nos ordenó pasar a la defensa activa, siguiendo a cada ataque por un contraataque, obligando a los nazis a luchar de noche, donde no podían aprovechar su superioridad aérea y blindada “No podemos retroceder mas bajo ninguna circunstancia” fueron las palabras finales del comandante.

Esto hicimos en los combates en la línea NefedyevoLenino-Zhevnevo mientras que la división se preparaba para su mas grande y quizás, mas difícil prueba.

Amargados por sus pérdidas y fracasos, los nazis rabiaban. Despreciando las pérdidas en sus fuerzas de choque se infiltraban en dirección a Moscú. Golpearon nuestras líneas con proyectiles, minas y bombas, lanzaron ataques de infantería y blindados. Al fallar esto decidieron allanar el camino a Moscú con un poderoso ataque en el flanco en la intersección de la 18ª División de Infantería y nosotros en dirección a Nefedyevo. Lanzaron un ataque aéreo masivo sobre el flanco derecho de nuestra división, donde estaba el 258º Regimiento de Infantería, seguido por un ataque artillero. La lucha duró cuatro días y cuatro noches. Se combatía casa por casa, cambiando algunas de manos varias veces. Dos batallones del 258º Regimiento de Infantería no recibió alimentos en 24 horas, incluso las cocinas fueron puestas fuera de combate o no había tiempo de comer, la comida llegaba fría en un lío de latas. En enemigo lanzó unidades de la 5º y 10ª Divisiones Panzer sin darnos un respiro “Nuestros hombres llegaron al límite, pero al final, aguantaron”

El comisario y yo a menudo visitábamos los regimiento y preguntábamos por la situación en el sector. M.A. Sukhunov, el jefe del Regimiento que no había dormido en tres noches decía alegremente “¡Todo está bajo control! Resistiremos. Todo está bien”

Sabíamos que decía “resistiremos”

La lucha continuaba furiosa. Recuerdo como el 2 de diciembre, los alemanes lanzaron dos divisiones Panzer, apoyadas por artillería sobre las posiciones mantenidas por dos batallones del 258º Regimiento en el flanco izquierdo de las unidades de la 18ª División de Infantería. El solo acababa de salir cuando 50 tanque y vehículos acorazados con infantería atracaron a las formaciones del 40º Regimiento de Infantería cerca de Blümentrit, el punto principal de nuestras defensas. Agotados por anteriores ataques y machacados por bombas y proyectiles, los heroicos batallones de la 258ª División resistieron como nunca. Pero las fuerzas eran desiguales. El jefe del regimiento telefoneó:

El enemigo ha roto en . Estoy cercado en mi puesto de mando en el campanario de la iglesia”

Sukhanov nos pidió ayuda, inicialmente con fuego artillero antes de que el enemigo le descubriera. Se lo prometí y obtuve el permiso del Jefe de Ejército para usar una de las brigadas de infantería en un ataque nocturno contra el enemigo en Nefedyevo. Ordenamos a la 146ª Brigada Acorazada restaurar la situación en el área de Selivanikha. En la noche nos reunimos con ellos. Todo estaba listo para lanzar el contraataque. No dudábamos que tendríamos éxito Como resultado del mismo expulsamos a los nazis de Nefedyevo la mañana del 3 de diciembre. Capturamos dos tanques, cinco piezas de artillería, cuatro carros de munición, cartas, documentos y otros trofeos.

El Coronel Sukhanov nos dijo que había pasado. Cuando los soldados enemigos aparecieron en el área decidió mientras las comunicaciones funcionaban llamar a la artillería sobre su posición. Los nazis pensaron que como resultado del ataque artillero la iglesia estaba en llamas y se alejaron del centro de Nefedyevo. Así, aunque cercado, el comandante del regimiento dirigió las operaciones del regimiento y dirigió el fuego de artillería hasta el fin de la batalla.

Mientras tanto, batallas similares se libraban en el frento izquierdo de la división, donde el 131º Regimiento de Infantería tenía sus defensas. El regimiento estaba al mando del Coronel N.G. Dokuchayev. Un soldado raso de la Guardia en el Ejército Zarista y que luchó en la IGM y en la Guerra Civil y era un comandante hábil y experimentado. El regimiento mostraba una gran dosis de coraje y rresistencia sin muestras de temor o fatiga. Por su maniobrabilidad y habilidad en el uso del terreno, el regimiento infligió duras bajas al enemigo. Atacando en dirección a Snigiri y Lenino, en el sector de las defensas del regimiento, el enemigo trató de envolver las posiciones de la división por el flanco izquierdo. Aquí, presionado por fuerzas muy superiores el regimiento se tuvo que retirar a la línea al este de Lenino-Cota l 201.8-Dedovsk.

Selivanikha, en el sector del 40º Regimiento de Infantería cambió de manos cuatro veces. Los nazis perdieron mas tropas que cuando capturaron París. El 3 de diciembre los alemanes también atacaron ese sector.

Cumpliendo la orden de Htiler de lanzar al combate hasta el último batallón lo que presumiblemente decidiría la batalla, Bock, el jefe del Grupo de Ejércitos Centro, en su orden del 2 de diciembre arengaba a sus tropas con “Las defensas enemigas están a punto de quebrarse” Lanzó a la batalla todas sus defensas, pero sus ataque no podía dar la vuelta a la situación. La situación en la zona del 16º Ejército y sus alrededores estaba cambiando a nuestro favor. Nuestras tropas no solo mantenían sus posiciones sino que infligían fuertes pérdidas al enemigo. Es mas, ganamos el tiempo necesario para concentrar tropas de reserva y preparar un poderoso ataque al enemigo. La máquina de la Wermatch fue detenida por fin.

Como resultado de la enconada resistencia de nuestras tropas en el flanco derecho del Frente Occidental y la asignación de nuevas reservas, la ofensiva del grupo alemán mas fuerte que trataba de rodear la ciudad por el norte fue rechazada. El enemigo tenía que pasar a la defensiva en posiciones poco ventajosas. Su saliente estaba rodeada por nuestras tropas por tres lados.

El 5 de diciembre, las tropas del Frente Occidental detuvieron por completo la ofensiva nazi en la línea Volga ReservoirDmitrov-Lobnya-Zvenigorod-Stremilovo-Tula-Mordves Khavertovo-Keltsy line

Los partisanos nos dieron un soplo de aire fresco, matando y saboteando su equipo lo que ayudó a frustrar la segunda ofensiva nazi sobre Moscú.

El fallo de la ofensiva general contra Moscú fue el hecho mas importante del frente Germano-Soviético. Este cambio cerca de Moscú que el mando nazi no esperaba tuvo muchos efectos. Halder, un general alemán se refiere a estos hecho como una catástrofe y el comienzo de una tragedia en el Este. Blümentrit escribió que “la campaña de Rusia, especialmente en la Batalla de Moscú, fue el primer revés militar y político alemán” Coincidía con él Guderian que refiriéndose al problema del Ejército Alemán cerca de Moscú dijo “Sufrimos una severa derrota en pocas semanas que tuvo fatales consecuencias”

Los fallos cerca de Moscú sembraron la incertidumbre en los soldados, oficiales y generales alemanes. Fue precisamente en los alrededores de Moscú donde el poder militar y la moral del Ejército Alemán se rompió. En el curso de 20 días, del 16 de noviembre al 6 de diciembre, los nazis sufrieron 55.000 muertos, mas de 100.000 heridos y congelados, perdiendo 777 tanques, 297 morteros y cañones, 244 ametralladoras y mas de 500 subfusiles.

El fracaso de la ofensiva alemana contra Moscú mostró el enorme poder del Pueblo Soviético y su Ejército que, en las mas terribles condiciones, no solo fue capaz de detener al enemigo sino de generar la reservas que se necesitaban para el contraataque.

El otoño del 1941 fue seguramente el mas difícil y crítico periodo de toda la Gran Guerra Patria. Los nazis se plantaron en las puertas de Moscú y se preparaban como una enorme bestia para saltar sobre la capital.

Los hechos ocurridos esos días en los alrededores de Moscú fueron inigualables en la historia, tanto en número de fuerzas implicadas como en sus consecuencias. Entraron en la historia de la Gran Guerra Patria como la mayor explosión del Pueblo Soviético.

Nuestro fue el duro camino hacia la victoria. Experimentamos la amargura de la derrota y la retirada bajo la presión de fuerzas superiores. Los nazis pisotearon sin piedad nuestra Patria, destruyendo nuestros monumentos históricos, saqueando y destruyendo los tesoros creados por nuestro industrioso pueblo.

Las tropas luchando en las primeras líneas tuvieron que contenerlos con lo poco de que disponían ya que la mayor parte del armamento, alimentos y equipos fueron enviado a las unidades de nueva formación. A menudo las compañías y batallones tenían poco hombre cuando comenzada el combate. Las tropas que habían estado bajo un huracán de artillería nazi y fuego de ametralladora se tenían que retirar a duras penas por el barro. Pero el pueblo nunca perdió su coraje. Nuestros hombre confiaban en la victoria y se mantuvieron en sus puestos hasta detener a las hordas nazis.

La batalla defensiva fue ganada pro el Ejercito Rojo cerca de Moscú y culminó la primera y mas complicada etapa de la lucha de la Unión Soviética contra la Alemania de Hitler.

Para la 9ª División de Infantería de la Guardia los combates en dirección a Istra con el enemigo disfrutando de superioridad en hombre, blindados y aviación fue una prueba dura de madurez combativa. Y pasaron la prueba con honores. Enfrentado con el 10ª División Panzer, la División Motorizada SS Das Reich, la 252ª División de Infantería, parte de la 78ª División de Infantería y de la 5ª División Panzar, nuestra División luchó duramente y rechazó los ataques del enemigo. En la lucha el enemigo perdió cerca de 12.000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros.

Por su heroísmo y valor en la batalla 303 hombres de la 9ª División de la Guardia fueron condecorados con diversas órdenes y medallas.