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Artículo de Dimitri Khazanov aparecido en la revista francesa Le Fana de L'Aviation Nº 423 en febrero de 2005.
 

Es un artículo donde cuestina el número real de derribos de Hartman (a pesar de todo, aún superaría en una veintena al mayor as aliado, Ivan Kozhedub) en base a las pérdidas del bando contrario.

Dimitri Khazanov es un historiador ruso autor de Soviet Combat Aircraft of the WWII Vol 1 y 2 (con Yefim Gordon) y de Unknown Battle in Moscow skies 1941-42.

Muchas gracias a Mosca y Deibizz por su colaboración en la traducción.

Desde hace algunos años los historiadores rusos impugnan las 352 victorias en combate aéreo de Eric Hartmann. He aquí el punto sobre esta polémica, basada en el análisis de los archivos soviéticos. El resultado es, por lo menos, espectacular.

por Dimitri Khazanov

El Alemán Erich Hartmann Alemán es el as titular del mayor del número de victorias aéreas, 352, sumó 825 misiones y 1404 combates. Estas cifras, sacadas de su biografía oficial, afectan a la imaginación de todo aquel familiarizado con la historia del combate aéreo. Numerosos son los adjetivos elogiosos a los datos de este cazador fuera de serie en distintas publicaciones, principalmente occidentales. Su táctica, dicho, era garantizar la victoria golpe sobre por asaltos que aterrorizaban, causando en los Rusos que combatía el temor, el terror, el miedo de volar. Termina uno por preguntarse en qué medida se corresponde todo esto con la realidad. Como es sabido, el principio de los combates sobre el frente Germano-soviético (frente del Este para los Alemanes) se caracterizó en las primeras horas por pérdidas enormes en hombres y material en la aviación del Ejército Rojo. El hecho es reflejado tanto por los archivos alemanes, como por numerosos documentos, artículos y libros aparecidos en Rusia estos 10 últimos años. El análisis detallado de los acontecimientos de este período no es el objeto de este articulo; constatemos simplemente que el informe de las pérdidas (basado en los documentos de los dos beligerantes) no fue este verano favorable a los soviéticos: para cada avión alemán destruido, allí tuvo tres, cuatro, o incluso 10 del otro lado. Se desprendió que se añadió un gran número de victorias a los palmarés de los cazadores alemanes: algunos de ellos, más dotados o más afortunados, sumaron hasta 25 ó 30 entre el 22 de junio y el principio de septiembre de 1941.

¿Un piloto superdotado?

La notable eficacia de los numerosos ases alemanes se explica tanto a por la calidad de la Luftwaffe como por los defectos de su adversario, las fuerzas aéreas de la URSS, conocidas bajo las siglas VVS. Los alemanes se beneficiaban de una buena formación, tanto al control como al combate, reforzada para mucho por la experiencia adquirida en el frente Occidental. Los pilotos más brillantes encargaban sus unidades, adquiriendo por sus resultados el derecho moral a dirigir a sus camaradas al combate; por último, los resultados del caza básico alemán, el bf 109F, eran superiores a las de todos los aparatos soviéticos, incluido los más recientes, como el MiG-3, LaGG-3, y Yak-l. El nivel de los cuadros de mando de la VVS por su parte, especialmente sus niveles mas elevados eran deficientes. Eso tuvo efectos desastrosos, en particular, de las elevadas pérdidas durante los primeros días...

Pero esta situación no explica los resultados de Eric Hartmann: la guerra comenzó para él no cuando la Luftwaffe era el claro dominador, sino hacia la segunda mitad del conflicto mundial, cuando el conflicto ya tomaba otro cariz. Los ejércitos alemanes estaban a la defensiva en todos los frentes; la industria soviética, superando dificultades enormes, aumentaba los ritmos de su producción de aviones modernos como el Yak-9 o el La-5, capaces de enfrentarse al Messerschmitt con mayores oportunidades de éxito; los bombarderos Pe-2 e IL-2 "Shturmovik" tenían muchas más oportunidades que los obsoletos SB del principio del conflicto. ¿Cómo pues se justifican el éxito de Hartmann? ¿Es un superdotado?

Eric Hartmann, apasionado de la aviación, era hijo de una célebre piloto de vuelo sin motor alemana, Isabel Hartmann. Su llegada tardía al frente se explica simplemente por su juventud. Al principio de la guerra en Europa, solo tenía 17 años. Empieza a pilotar muy joven, primero sobre aviones acrobáticos luego sobre aviones de combate, y supera todos los grados de formación de los pilotos de caza del Luftwaffe. La instrucción, aunque no tenía la misma calidad que al principio de la guerra, seguía siendo sin embargo suficiente. En promociones de un buen nivel, los instructores observaron en varias ocasiones al joven Hartmann, presintiendo en él a un buen piloto de caza.

A los 20 años ya pilota un bf-109. El 20 de agosto de 1942, se destinó al grupo de reserva de la Agrupación de caza "Este". Allí, instructores que conocían el frente familiarizaban a los nuevos pilotos con las particularidades del combate contra la aviación soviética, indicaban la posición de los blindajes, el armamento de sus aparatos, y explicaban sus puntos fuertes y sus debilidades. Después de dos meses de perfeccionamiento, el 10 de octubre, el futuro as se destinó en el extremo sur del frente, el Jagdgeschwader 52 (JG 52), dónde debía desarrollarse casi toda su brillante carrera, Magro, de pequeño tamaño, Eric parecía más joven que su edad, lo que le valió el apodo de "Bubi" (el niño)