Españoles en el Frente del Este
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- Creado en 15 Junio 2005
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Escuadrilla Azul
Las sucesivas escuadrillas, hasta un número total de cinco, debían
relevarse tras un cierto periodo de operaciones en el frente. La
primera y segunda escuadrillas, al mando de los comandantes Salas
Larrazábal y Salvador Díaz de Benjumea, respectivamente, habían
realizado todas sus misiones con los Messershmitt Bf109 E y el modelo
F, avión que a principios de 1943 había quedado en inferioridad ante la
aparición de los nuevos cazas soviéticos Lagg 3 , La-5 y los temibles
Yak.
No fue hasta Marzo de 1943 cuando el mando alemán decidió dotar a la escuadrilla española con el FW-190. La noticia fue recibida con entusiasmo por todos los pilotos y mecánicos de la tercera escuadrilla. Durante cuatro meses habían volado los Me-109F, a pesar de los informes negativos de mantenimiento. Los primeros Bf-109F con los que contaban provenían de la segunda escuadrilla, habían volado durante seis meses sin haber pasado por grandes talleres que les hicieran revisión general, sino que estas revisiones se limitaron a las que hacía el taller de Orel y que, generalmente, eran cambios de motor. Las averías producidas en el paso automático de hélice y el cajetín de presión de turbina de la bomba inyectora originaban la falta de potencia y reprise en el momento clave del combate. Asimismo se producían roturas de bielas, averías en el tren de aterrizaje y los mandos, por lo general, tenían holgura; por todo ello se decidió dotar a la escuadrilla con los FW-190 A3
A los mandos
El piloto designado para tomar contacto con el nuevo caza fue el
capitán Gonzalo Hevia Álvarez Quiñones. Sus conocimientos del alemán y
las cinco victorias con que contaba en aquel momento le convertían en
el piloto idóneo para soltarse en el FW 190.
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El 28 de marzo de 1943 partió desde la base española de Sechstschinkaja
(URSS) con dirección al aeródromo de Smolensk, Lugar en el que se
encontraba la plana mayor de la escuadra Mölders, unidad a la que
estaba adscrita la escuadrilla española como 15/JG51 y donde debía
tomar contacto con el nuevo avión. Tras dos horas de entrenamiento, se
disponía Hevia a realizar su primer servicio junto con otros tres
aparatos alemanes en la que casi fue su primera y última misión en el
FW 190; uno de los aviones que le acompañaban en el momento de realizar
el despegue sufrió una avería, volviendo al hangar, dejando la
formación compuesta por tres aviones. Los alemanes nunca volaban
en formaciones impares, por lo que una vez camino del frente, un
brigada alemán que regresaba confundió a sus compañeros con una
formación rusa, disparando y ocasionándole numerosos desperfectos que
le obligaron a realizar un aterrizaje forzoso.
El 21 de abril de 1943 llegaron a la base de Sechstschinskaja los
nuevos FW 190 A3. Cuatro días después, y tras los vuelos de
familiarización, comenzaron a realizarse servicios en el frente con el
nuevo caza.
El 5 de mayo se produjo la primera baja española en un FW 190. El
capitán Ruiz Ozores Ochoa se encontraba en el puesto de mando cuando
escuchó un rugido fuerte de motor, por lo que salió él mismo para
averiguar sus causas, viendo como a gran velocidad se precipitaba a
tierra, en donde hizo explosión un FW-190. Cuando intentaba dirigirse
al lugar del hecho , pues suponía en su interior al piloto, vio cómo
bajaba este sujeto al paracaídas, que no lograba abrirse, y en forma de
manga hasta que se estrelló contra el suelo. De esta forma moría el
teniente Roselló Simonet. Tras las investigaciones se llegó a la
conclusión de que el teniente Roselló al encontrarse picando con el
avión y lanzarse por motivos desconocidos a gran velocidad, tiró muy
pronto del mando de apertura del paracaídas, desgarrándose a causa de
la fuerte reacción al desplegarse.
En combate
Desde el 16 de mayo se encontraba realizando su entrenamiento en el
aeródromo de Tolouse-Blagnac (Francia) la primera patrulla de la cuarta
escuadrilla, la única que voló desde el principio de sus operaciones
hasta el final el FW-190. Fue la más castigada de todas: de sus veinte
pilotos, siete murieron o desaparecieron en combate y tres fueron
heridos graves, lo que supone un 50 por 100 de bajas; por el contrario
consiguió el mayor número de victorias: 74, recibiendo siete de sus
componentes la medalla militar individual. Entre ellos se encontraba el
teniente Francisco Valiente Zárraga, máximo as español con vida de
FW-190 junto al hoy general Sánchez Tabernero, con seis victorias.